Que el clan Kardashian ha colocado el cuidado de su cuerpo y apariencia estética en el ranking de sus prioridades, es algo ya sabido por todos: se muestran siempre perfectas, con un cutis libre de imperfecciones y arrugas y con cuerpos de 10 sin una simple muestra de celulitis o grasa, a pesar de lucir unas poderosas curvas que tanto las representan. Y, de vez en cuando, no dudan en desvelar qué tratamientos, productos y trucos utilizan para deslumbrar allá por donde van. De hecho, Kim Kardashian, la hermana mayor de las Kardashian por detrás de Kourtney, tiene su propia gama de cosméticos.
Como acostumbra a hacer Kim, una de las mujeres más influyentes del mundo, de vez en cuando comparte algunas de sus rutinas del día para acercarse a sus seguidores y, en uno de los últimos TikToks, ha aprovechado para enseñarnos cómo es su oficina por dentro. Y, sí, es muy diferente de lo que podríamos imaginar: tiene un maniquí con sus medidas reales, una pared repleta de televisores con las campañas en las que ha participado, una maqueta 3D de su avión y otra de su cerebro y, también, una cabina de rayos UVA.
@kimkardashian ♬ original sound - Kim Kardashian
Este último elemento ha llamado especialmente la atención, sobre todo porque la influencer ya desveló hace unos años que sufre psoriasis, una enfermedad crónica e inflamatoria de la piel. Por lo que una cama de bronceado, si de serie no está recomendada por los expertos en la salud cutánea, estaría totalmente contraindicada para los pacientes con algún problema dermatológico.
Las reacciones de los expertos no se han hecho esperar y ya hay algunos dermatólogos que se han pronunciado al respecto. La doctora Paloma Borregón (@dra.paloma.borregon) ha hecho saber que las cabinas de bronceado “implican no sólo más riesgo de cáncer de piel, sino también más arrugas, más pérdida de colágeno y más manchas. Con lo cual, más envejecimiento”. Además, ha recordado que para evitar todos estos síntomas, es conveniente evitar este tipo de protocolos, pero también es imprescindible no abusar del sol y utilizar siempre la protección solar.
"Creo que ella justifica que la usa porque tiene psoriasis, pero aquí tengo mucho que puntualizar como dermatóloga"
Además, la dermatóloga ha hecho alusión al problema de la piel de la influencer: “Si no me equivoco, creo que ella justifica que la usa porque tiene psoriasis, pero aquí tengo mucho que puntualizar como dermatóloga. Una cosa es el tratamiento médico con rayos y otra es darte tú los rayos en tu casa para ir todo el año morenita y quedarte tranquila justificando que ‘es para la psoriasis’, porque para la psoriasis no hace falta estar negro…”, ha advertido.
NO ES UNA ALTERNATIVA A LA FOTOTERAPIA
La experta ha aprovechado para recordar que la fototerapia es el tratamiento indicado para mejorar lo síntomas de algunas enfermedades de la piel, tales como la psoriasis, el vitíligo o la micosis fungoide. Pero, en ningún caso, la alternativa es una cama de bronceado.
“Recomendamos radiación ultravioleta de banda estrecha”, señala, un tratamiento que consiste en una “radiación controlada para conseguir efecto antiinflamatorio y no elevar mucho el riesgo de cáncer de piel”, recuerda. A decir verdad, cualquier tipo de radiación ultravioleta hace que aumente el riesgo de melanoma y de desarrollar otros problemas de la piel, por lo que la Dra. Borregón subraya la importancia de obtener una valoración clínica que evalúe el beneficio del tratamiento con fototerapia para el paciente. De hecho, requiere de supervisión médica y ser realizado en centros médicos.
Las cabinas de bronceado ya son unas viejas conocidas para los dermatólogos, quienes llevan décadas advirtiendo sobre el peligro que suponen para la piel: su uso continuado acumula el daño cutáneo, provocando la mutación del material genético de las células de la piel y aumentando el riesgo de cáncer. La doctora también ha querido comentar que muchos pacientes acuden a su consulta con un tono de piel muy bronceado, justificándose con que necesitan sol o que tienen niveles bajos de vitamina D. Pero con este tema, no hay excusas y concluye diciendo que podemos darle “la justificación que queráis, que deja tranquila vuestra conciencia pero no así la de ningún dermatólogo”.