Muchos dicen aquello de que “somos lo que comemos” y no les falta razón, porque la alimentación es clave para el desarrollo y la calidad de vida de las personas. A través de los alimentos que consumimos aportamos al cuerpo el combustible diario que necesita y atendiendo a su calidad, afectará a cuestiones tan relevantes para nuestro bienestar como la salud mental o nuestro órgano reproductor.
El doctor Juan José Espinós, ginecólogo especialista en medicina de reproducción y endocrinología reproductiva, sabe muy bien de lo que hablamos. Acaba de lanzar al mercado su nuevo libro, 'Fertilidad y dieta mediterránea', un manual en el que aborda con consejos nutricionales cómo una dieta sana y equilibrada tiene unos efectos positivos tanto para reducir el riesgo de infertilidad y de aborto como para mejorar la reproducción del bebé, incluso después de su nacimiento con la lactancia materna.
Llevar una buena alimentación no sólo ayuda a evitar la obesidad o la extrema delgadez, sino que “influye en todas las funciones vitales del organismo, y de estas, una de las que tiene mayor trascendencia es la reproducción”. Según el doctor, se “maximizan las probabilidades de gestación de la mujer o pareja, acortándose el tiempo necesario para conseguir una concepción, tanto si es de forma natural como si son necesarias técnicas de reproducción asistida”.
Y es que la reproducción “depende del correcto funcionamiento de muchos sistemas” que implican a diferentes órganos y procesos. Así que además de otros aspectos como el estrés y la salud mental, la alimentación interfiere en funciones como la frecuencia coital, el incremento del estrés oxidativo y la producción de hormonas suprarrenales que pueden modificar o alterar el eje reproductivo, señala el experto.
AYUDA PARA LA CONCEPCIÓN Y LA SALUD DEL BEBÉ
Aunque pensemos especialmente en la figura y hábitos de la mujer, la alimentación equilibrada es extensible a la fertilidad de los hombres, ya que “aumenta y mejora la calidad de los espermatozoides al reducirse el estrés oxidativo y restablecer un equilibrio hormonal”, apunta el ginecólogo. En definitiva, la función reproductiva conlleva un gasto de energía y, según el experto, también de oligoelementos que hacen que el proceso se complete con éxito, así que la dieta es fundamental para lograr la concepción.
Además, durante el período gestacional todos los nutrientes pasarán al feto, configurando así su sistema. Posteriormente, los 1.000 primeros días en la vida del bebé son muy importantes para su salud, por lo que una dieta equilibrada por parte de la madre durante el período de lactancia marcará muchos de los factores de su desarrollo.
LA CLAVE DE LA DIETA MEDITERRÁNEA
Para seguir una dieta equilibrada, todos los nutrientes son necesarios en sus justas medidas: proteínas, hidratos de carbono, grasas, minerales y agua. Pero el doctor Espinós apunta a la importancia de que las propiedades nutritivas no se vean adulteradas en el procesamiento, ya que en algunos casos puede suceder.
"La alimentación influye en todas las funciones vitales del organismo, y de estas, una de las que tiene mayor trascendencia es la reproducción"
La dieta mediterránea es ideal porque apuesta por un elevado consumo de verduras y frutas, cereales integrales (en sustitución de sus versiones refinadas), frutos secos y una ingesta moderada de aves de corral, pescados, mariscos, huevos, lácteos, grasas omega 3 y omega 6. En cambio, hay que evitar los alimentos ricos en grasas saturadas tales como el aceite de coco, manteca de cacao, procesados como la bollería, repostería o margarinas.
Además, también hay que controlar el consumo de carnes rojas y de hidratos de carbono de absorción rápida o con índice glicémico elevado: azúcar de mesa blanco, miel siropes, arroz, pasta, panes refinados o blancos y zumos de fruta. Los azúcares tampoco están indicados.
La dieta mediterránea contiene todos los nutrientes esenciales para una alimentación óptima, así que junto a los litros de agua diarios recomendados y actividad física, estos consejos del ginecólogo no sólo mejorarán nuestro nivel de fertilidad, sino que también contribuirán al bienestar y salud de nuestro organismo.