Hacerse un tatuaje es una decisión que, para algunos, conlleva mucho tiempo de decisión, mientras que otras personas casi ni se lo piensan. En cualquier caso, lo hayamos pensado mucho o no, hay quien decide deshacerse de su diseño pasado un tiempo, bien porque no ha quedado como ellas esperaban, porque se han aburrido de él o porque, por motivos personales, ya no quieren tener ese recuerdo en su cuerpo.
Las celebrities también han pasado por este tipo de decisiones. Hace poco, Laura Escanes se sometía al borrado de uno de sus tatuajes y ahora, la influencer Jessica Goicoechea también se ha sometido a este tratamiento: “Pensar bien los tattos que os hacéis”, les decía a sus casi 2 millones de seguidores en Instagram, mientras se grababa durante la sesión de láser. La influencer se ha arrepentido de un “impulso” del pasado, que le había llevado a hacerse un tatuaje en el dorso de la mano y muñeca.
Pero, ¿son las técnicas de borrado de tatuajes seguras para la piel? Para resolver esta pregunta, hemos hablado con Javier Domínguez, especialista de producto y Director de Negocio en Lutronic PBS Iberia. Y lo primero que tenemos que conocer para llegar a una conclusión, son los procedimientos que existen actualmente en el mercado. Te los contamos a continuación, de la mano del experto.
TECNOLOGÍAS PARA EL BORRADO DE TATUAJES
El método “más consolidado” para eliminar tatuajes es el láser Q-switched, que emite pulsos de luz en intervalos muy cortos generando un efecto fotoacústico. Gracias a ello, se fragmenta el pigmento del tatuaje en partículas más pequeñas, que posteriormente son eliminadas por el sistema inmunológico del cuerpo. Esta tecnología permite adaptarse a las necesidades y características de cada tatuaje.
También encontramos el láser de picosegundos. Es una variante del Q-switched que emite pulsos aún más cortos, logrando una fragmentación más efectiva del pigmento. “De hecho, puede lograr una eliminación más rápida y eficiente del mismo, especialmente en colores más difíciles de tratar”, señala el especialista.
"Como con cualquier procedimiento médico, existen riesgos potenciales en la eliminación de tatuajes"
Por otro lado, existen terapias combinadas con láseres fraccionados. Estos dispositivos crean microcolumnnas de daño térmico en la piel y se utilizan en combinación con otras técnicas, como puede ser el Q-switched, utilizado para fragmentar el pigmento. Esa combinación permite tratar de manera más efectiva tatuajes difíciles de eliminar, logrando reducir el número de sesiones requeridas.
Otra opción es la extracción quirúrgica mediante métodos convencionales o con láser. Se realiza bajo anestesia local y para eliminar tatuajes muy pequeños o con necesidades específicas, pues esta alternativa deja cicatriz. De todas formas, el especialista recomienda consultar a los profesiones, pues “cada caso es único” y decidirán el mejor enfoque.
¿EXISTEN RIESGOS PARA LA PIEL?
La tecnología ya ha evolucionado mucho en este campo, así que Javier Domínguez señala que las técnicas que hemos explicado anteriormente “son consideradas seguras cuando son realizadas por profesionales capacitados y en entornos adecuados”. Eso sí, “como con cualquier otro procedimiento médico, existen riesgos potenciales”. Son los siguientes:
- Pigmentación irregular tras el tratamiento, como la hiperpigmentación (oscurecimiento) o hipopigmentación (aclaramiento). Estos cambios pueden ser temporales o permanentes y pueden ser más comunes en personas con tonos de piel más oscuros.
- Las cicatrices pueden aparecer en función de cómo responda el individuo al tratamiento y en función de la técnica utilizada. Pueden ser cicatrices cicatrices hipertróficas, queloides o cambios en la textura de la piel.
- Riesgos de alergia como en cualquier procedimiento de manipulación de la piel o de infección si no se siguen prácticas adecuadas de esterilización.
En cualquier caso, el experto es muy claro y recuerda que cualquier persona interesada en eliminar un tatuaje se informe adecuadamente, consultando “a un profesional médico o dermatólogo con experiencia en el campo”. Los especialistas “evalúan el tipo de tatuaje, la piel del individuo y proporcionan una evaluación de los riesgos específicos asociados con el procedimiento”. Domínguez también recuerda que es importante seguir las instrucciones de cuidado posterior y asistir a todas las citas de seguimiento recomendadas para optimizar los resultados y minimizar los riesgos.