La dieta, el sueño, el trabajo, las relaciones sociales, el nivel de actividad cognitiva, o los años de escolarización son algunos de los factores que influyentes
Resulta que las personas con una buena salud cerebral pueden afrontar mejor el envejecimiento y algunas enfermedades, por lo que es una materia obligatoria en el terreno de la prevención. Así lo establece Álvaro Pascual-Leone, director del centro de investigación Berenson-Allen y profesor de neurología a la Escuela Médica de Harvard: “Hacer ejercicio aeróbico aumenta el grueso de la corteza frontal del cerebro, mejorando de este modo el control cognitivo y de los impulsos, y contribuyendo a la formación de nuevas neuronas”.Según explica este científico, tendemos a pensar que el cerebro entra en decadencia cuando envejecemos, pero es antes de incorporarnos a la guardería cuando perdemos la mayor parte de nuestras neuronas.
Por su parte Montserrat Bernabeu, responsable de la unidad de daño cerebral del Instituto Guttmann recuerda que la salud cerebral se tiene que cuidar porque permite “partir con ventaja” en caso de lesión cerebral u otros procesos como el estrés. Aunque eso sí, además del ejercicio físico, la prevención tiene que tener en cuenta aspectos como una vida social activa y una dieta sana.
Emulando el modelo de un gimnasio convencional, los investigadores proponen ejercitar el cerebro con rutinas de entrenamiento personalizadas para cada persona. Los ejercicios incluyen programas de ordenador para la estimulación cerebral, consejo nutricional, clases de meditación, entrenamientos mindfulness, taichí, yoga o educación del sueño para mejorar la salud cerebral.
10 FACTORES QUE PODRÍAN INFLUIR EN LA SALUD CEREBRAL
Los siguientes factores podrían contribuir a lo que se llama reserva cognitiva, unos ahorros mentales que nos protegen de manifestaciones clínicas de enfermedades:
"Hacer deporte hace aumentar el grueso de la corteza frontal del cerebro mejorando el control cognitivo y de los impulsos"
1. Una dieta equilibrada.2. Ejercicio físico aeróbico.
3. Meditación y otras prácticas mindfulness.
4. Relaciones sociales positivas.
5. Tipo y número de actividades recreativas.
6. Calidad del sueño.
7. La actividad laboral en relación a la demanda de la actividad cognitiva.
8. Años de escolarización.
9. Manejo del estrés.
10. Entrenamiento cognitivo.
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