Protegerse del sol es fundamental para evitar problemas graves en la piel como las quemaduras que pueden convertirse en el futuro en cáncer de piel, pero también para mantener la piel joven y saludable. La protección solar es necesaria todo el año y de forma más específica en los meses de verano.
La farmacéutica Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia y experta en dermofarmacia, responde a las dudas más frecuentes sobre la protección solar.
1. ¿Merece la pena comprar una crema para el rostro y una para el cuerpo? Sí, son texturas diferentes y, en el caso de las cremas para el rostro incluyen activos que aportan un plus: por ejemplo, activos despigmentantes, que ayudan a prevenir y combatir las manchas; activos hidratantes para pieles secas; y activos que regulan la producción del sebo, que son apropiados para pieles grasas y mixtas. Sí es importante, sobre todo, a partir de cierta edad, elegir una crema solar facial y otra para el cuerpo.
2. ¿Qué factor elegir? Hay que tener en cuenta diversas cuestiones, el principal es el fototipo de la piel: cómo es la piel (clara, más cetrina, oscura…). Las pieles más claras tienen que optar por una protección alta, de 50+. Una piel más oscura, morena, puede elegir un 30. Además, también hay que tener en cuenta dónde vas a estar. No es lo mismo ir a la playa que estar dentro de una oficina. Para estar expuestos directamente al sol hay que usar protección alta y de amplio espectro. Si trabajas en una oficina y no te expones a la luz solar puedes usar una protección media o baja, incluso, según como sea tu piel. De igual forma, no es lo mismo irse a la playa en España que viajar por ejemplo al Caribe, donde también hay que usar una protección mayor.
3. ¿Qué son los filtros UVA y UVB? La radiación ultravioleta se divide en dos tipos UVA y UVB, cada una con unas características y unos efectos en la piel. Los UVA no queman, no suelen enrojecer la piel, pero son los responsables del envejecimiento cutáneo, de las intolerancias al sol (alergias) y de la hiperpigmentación. Los rayos UVA, además, pasan las nubes (por eso hay que usar protección aunque esté nublado, quizás no te quemes, pero tu piel sufre), el cristal (cuando vas conduciendo también te dan) y la dermis (la capa más profunda, de ahí que provoquen fotoenvejecimiento). Una crema que incluye filtro UVA te protege de la acción de estos rayos. ¡Ojo, protege durante un determinado tiempo, por eso es importante reaplicar cada dos horas, y siempre después de un baño en la piscina o en el mar!
Muchos de los protectores actuales son de amplio espectro, es decir, protegen frente a los rayos UVA, UVB, IR y la luz visible
Los rayos UVB son los responsables del bronceado de la piel, pero también de las quemaduras (que pueden terminar en un cáncer de piel), del enrojecimiento y de muchas reacciones alérgicas. Tienen más energía que los UVA y sus daños son más rápidos y visibles.
4. ¿Qué significa FPS/SPF? FPS o SPF es el factor de protección solar, el grado de protección frente a los rayos UVB. El SPF indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa natural del cuerpo frente al enrojecimiento previo a la quemadura. Es decir, un SPF 30 nos indica que nuestro nivel de protección frente a un riesgo de quemadura es 30 veces superior que si no estuviéramos utilizando un fotoprotector.
5. ¿Qué quiere decir IR? Es la radiación infrarroja. Esta radiación puede tener efectos dañinos sobre la piel. Además del aumento de temperatura que provoca debido a su efecto calorífico se ha visto también que, por un lado, podría aumentar la degradación del colágeno; y, por otro, al mismo tiempo reducir su síntesis. Esto se traduciría en una pérdida de la elasticidad de la piel, efectos visibles en forma de arrugas, flacidez; es decir, lo signos clásicos de pieles envejecidas a causa del sol.
Muchos de los protectores actuales son de amplio espectro, es decir, protegen frente a los rayos UVA, UVB, IR y la luz visible (suele indicarse con las siglas HELV, y hace referencia a la radicación que emite el sol, pero también las pantallas del móvil, ordenador..., que está demostrado provoca envejecimiento prematuro).
6. ¿Para qué sirve la protección solar oral? Es un complemento para la protección tópica, al proporcionar una protección más completa frente a la radicación solar. No sirve si se utiliza sola, se debe usar siempre en combinación con las cremas. Es recomendable porque siempre hay zonas del cuerpo que nos olvidamos proteger (orejas, cuello, empeine de los pies, párpados…). Además, es habitual que usemos una cantidad de producto insuficiente para conseguir una protección total frente al sol solo con las cremas. En ocasiones aplicamos la crema antes de salir de casa y olvidamos que hay que reaplicar pasadas dos horas y siempre después del baño o haber sudado mucho. La protección solar oral multiplica la resistencia de la piel frente a la radiación solar.