Para algunas personas, la Navidad es una de las épocas más esperadas del año, motivo de felicidad, descanso, fiesta y diversión. Sin embargo, hay muchas personas que experimentan todo lo contrario: estrés, tristeza, agotamiento emocional y físico o ansiedad por la gran cantidad de reuniones sociales. Por ello, incorporar prácticas de autocuidado durante estas fechas no solo puede ayudar a mantener el equilibrio físico y mental, sino también a disfrutar de las fiestas de forma plena.
“Lo ideal es conocerse y tener identificadas previamente estrategias para la regulación emocional, pues improvisar en ese sentido suele ser poco eficaz”, explica para Estetic.es Mª Victoria Sánchez, portavoz del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid. Pero, ¿cuáles son los principales retos que debemos abordar? La experta señala que los tres pilares básicos del autocuidado, que además son los que más se resienten en Navidad, son la alimentación, la actividad física y el sueño.
“Lo ideal es conocerse y tener identificadas previamente estrategias para la regulación emocional, pues improvisar en ese sentido suele ser poco eficaz”
En primer lugar, durante estas semanas es muy habitual cambiar los hábitos de alimentación, pues solemos comer cosas diferentes y bastante más cantidad. Tener esto previsto con tiempo puede ayudar a que no nos veamos sobrepasados. “Es necesario saber qué días la alimentación va a ser de una determinada manera y compensar en el sentido de comer más ligero y aportar los nutrientes necesarios”. La experta también recomienda intentar buscar el equilibrio entre las diferentes comidas de un mismo día, así como entre la alimentación y el movimiento.
Precisamente el movimiento también se ve afectado, y no de forma positiva. Coincidiendo con las vacaciones, descuidamos nuestras rutinas de ejercicio o pasamos menos tiempo fuera de casa, lo que se traduce en menos actividad física. Sin embargo, la psicóloga señala que la temporada navideña no está reñida con dejar de hacer ejercicio. “Es una cuestión de planificación y anticipación. Se trata de ver el calendario y negociar con uno mismo unos mínimos de ejercicio”. Encontrar el equilibrio entre el compromiso con el autocuidado y la flexibilidad suele dar buen resultado. “También se puede aprovechar para hacer alguna actividad en familia o con amigos”.
Por último, el sueño es fundamental, no solo en esta época, sino en cualquier momento del año. Aunque, más allá de acostarnos tarde algunos días, el sueño no debería desregularse demasiado, hay personas a las que los cambios de rutina, viajes o la etapa navideña les influyen mucho. A esto, además, hay que añadir que las digestiones afectan en gran medida a la calidad del sueño. “Habrá que identificar cuáles son las cuestiones que más influyen y orientar algunas acciones hacia eso: paseo antes de dormir, infusiones o audios relajantes, entre otras”.
EL CUARTO RETO: LAS REUNIONES SOCIALES
Más allá de los tres pilares fundamentales, existe otro reto que se debe abordar durante esta época: las reuniones sociales y familiares. Aunque hay personas que llenan sus agendas en navidades y lo disfrutan, para otras puede llegar a ser una etapa de mucho agobio, y es posible que incluso tengan la necesidad de escapar, refugiarse o estar en silencio. En este caso, “el proceso previo es lo que más ayuda, conocerse a uno mismo: cómo estoy en esta etapa de la vida, qué necesito, cuál es mi tope de reuniones para cuidar mi salud mental o cuánto tiempo necesito para mí”.
"Hay que tener en cuenta que es un periodo de tiempo limitado"
Una vez identificado esto, es importante ponerlo en práctica. “Será más fácil si tenemos habilidades sociales, sabemos decir que no y podemos tomar decisiones sin que nos caiga una losa de culpa”. También es fundamental establecer límites saludables. En este caso, la experta señala que hay cuestiones básicas que nutren las relaciones sanas: la aceptación, el respeto, el afecto positivo o la conexión emocional. “Si esto está de base, no supondrá ningún esfuerzo poner límites si hiciera falta, siempre desde el afecto y con firmeza”.
Sin embargo, hay otras relaciones que pueden ser de menos confianza y más intrusivas. En estos casos, la experta recomienda que cada persona elija antes de los encuentros las ‘líneas rojas’, que sepan lo que no pueden o no quieren tolerar y reflexionen sobre la mejor forma de plantearlo. “La asertividad nos ayuda a poder expresarnos aumentando la probabilidad de que nos escuchen sin ponerse a la defensiva o sin que ello suponga un conflicto o gran tensión”.
OTROS CONSEJOS DE AUTOCUIDADO
Durante esta época, es importante que estemos atentos a nuestras necesidades y nos demos cuenta de aquellos disparadores que nos sacan de nuestra “ventana de tolerancia emocional”. Con ello, estaremos más cerca de poder ofrecernos a nosotros mismos una respuesta sensible de cuidado. Sin embargo, para cada persona esto puede suponer cosas distintas. “Por ejemplo, para algunas personas será minimizar el tiempo de las reuniones familiares, para otras empezar a pensar actividades post Navidad que le sientan bien”. Finalmente, Mª Victoria Sánchez recuerda que la situación no va a durar para siempre. “Hay que tener en cuenta que es un periodo de tiempo limitado, ser flexibles con nosotros mismos nos puede ayudar a poder disfrutar de esta etapa sin descuidarnos del todo”, concluye.