La piel es un órgano en sí mismo. De hecho, es el órgano más grande del cuerpo humano y es el que funciona como barrea natural protectora frente a los agentes externos. Sin embargo, es muy delicado y hay que cuidarlo por nuestra propia salud, porque pueden aparecer problemas en las capas más externas o epidermis, como por ejemplo, granitos, puntos negros, exceso de sebo, descamaciones, quemaduras, erupciones… Y en las capas másinternas o dermis como las arrugas, piel sensible o rosácea.
Desde Estetic, ya hemos hablado de todos ellos en numerosas ocasiones, porque una piel sana suele ser sinónimo de un organismo en buen estado de salud. Sin embargo, hoy venimos a profundizar en el problema de la rosácea. La Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) estima que aproximadamente el 10% de las personas entre 20 y 50 años sufre esta afección cutánea, y, aunque en algunos casos hay pacientes asintomáticos, otras personas pueden sentir molestias leves o graves.
¿QUÉ ES LA ROSÁCEA?
La rosácea es “una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta los vasos sanguíneos y las unidades pilosebáceas de la parte central de la cara”, tal y como explica la SEMI, que generalmente se manifiesta con rubor, enrojecimiento transitorio o permanente, venitas ensanchadas y pequeños quistes o granitos en la piel. Está considerada como patología crónica, se suele presentar en forma de brotes y todavía no tiene cura, pero sí que existen tratamientos para aliviar los síntomas.
El factor genético y el fototipo de piel influyen en la aparición de la rosácea
En función de los síntomas y de su intensidad, podemos clasificar la rosácea en 3 grados diferentes. La farmacéutica Virginia Barrau lo ha explicado a través de su Instagram (@virginiabarrau.farmaceutica):
- Grado 1: es el caso más leve y se caracteriza por una rojez difusa permanente. En este grado “no se diferencian los vasos sanguíneos pero sí se aprecia un enrojecimiento general en la piel, normalmente en la zona de las mejillas y la nariz”.
- Grado 2: “en este estadio es evidente el reticulado vascular y se aprecian los capilares a simple vista. En función de su tamaño y extensión, se ve un enrojecimiento general (si los vasos son pequeños) o los vasos en concreto (si estos son grandes)”.
- Grado 3: estamos ante el cuadro más grave de rosácea y se caracteriza por “rojez general o rojez asociada a lesiones inflamatorias, tipo pápulas rojas y pústulas blancas”.
FACTORES QUE EMPEORAN LA ROSÁCEA
Existen algunos factores que pueden empeorar los síntomas de rosácea e incluso hacer que cambien de grado. Entre ellos, el factor genético influye en que podamos heredar la piel vasorretractiva de nuestros antecesores, los fototipos claros tienen mayor riesgo de desarrollarla y también las causas ambientales, como la radiación solar, las partículas de contaminación, las temperaturas extremas y los hábitos de vida poco saludables.
Asimismo, algunas causas internas que perjudican a esta enfermedad cutánea son el estrés, la ansiedad o emociones intensas. En cualquier caso, si quieres saber cuáles son los tratamientos más recomendados, no dudes en leer este artículo de Estetic en el que profundizamos en los protocolos más actuales para aliviar los síntomas.