El otoño está a la vuelta a la esquina… Viene poniendo fin a las vacaciones y a los días largos y soleados. En algunas ocasiones, el regreso a la rutina implica un fracaso emocional en la adaptación del trabajador, además de generarle problemas de índole corporal debido a sus movimientos o a mantener la misma posición física durante las jornadas laborales.
En este sentido, FisioServ ofrece ocho consejos para que la vuelta a la tan temida usanza no ocasione ningún tipo de molestia física y se pueda sobrellevar con absoluta normalidad.
El regreso a la rutina implica un fracaso emocional en la adaptación del trabajador, además de generarle problemas de índole corporal debido a sus movimientos
- La misma posición física durante horas puede producir molestias: el origen de muchos dolores físicos se encuentra en los movimientos repetitivos y en una mala postura, por lo que recomiendan variar de posición durante la jornada laboral y visitar a un buen especialista en fisioterapia.
- Al sentarse en la mesa de trabajo… el tronco debe quedar en posición vertical, los muslos en ángulo de 90º con el tronco y las piernas en 90º con los muslos, preferiblemente sin cruzarlas.
- La espalda debe permanecer apoyada en el respaldo de la silla, trasladando el punto de apoyo a la espalda baja. No se recomienda sentarse al borde de la silla bajo ningún concepto.
- Posición frente al ordenador: tanto el teclado como el ratón del ordenador deben estar situados a la altura de los codos y el monitor a la altura de la cabeza, ambos frente al usuario.
- El estrés provoca molestias físicas: está demostrado que el estrés es uno de los factores que aumenta el riesgo de padecer dolores de espalda, ya que altera el estado de los nervios que controlan el funcionamiento de los músculos, facilitando así su contractura.
- Desarrollar los músculos de la espalda: realizar ejercicios aeróbicos y natación para evitar futuros dolores.
- Mantener el mayor grado posible de actividad física: la actividad física es muy eficaz para paliar los dolores físicos, además contribuye a que nos encontremos mejor anímicamente, ya que al ejercitarnos generamos endorfinas.
- Meditación: es un buen conductor hacia el relax. Parar, observar y centrar todos los esfuerzos en el presente es una tarea que nos ayudará a tener una vida feliz. De esta manera evitaremos el estrés y, en consecuencia, los dolores musculares que acarrea.