Su color llamativo, su rico sabor y los múltiples beneficios que aporta para la salud la han convertido en una de las frutas más demandadas de los supermercados. Tanto es así que el consumo medio de naranjas en los hogares españoles fue de 15.11 kg por persona al año.
Es una fruta muy versátil que se puede consumir en forma de mermeladas, pasteles, salsas o combinada con otros alimentos. Además, su cascara se puede usar para la elaboración de postres o infusiones como el té.
Según la Fundación Española de la Nutrición, la naranja ''aporta a la dieta una cantidad interesante de fibra soluble (pectinas), cuyas principales propiedades se relacionan con la disminución del colesterol y la glucosa en sangre, así como con el desarrollo de la flora intestinal''.
Ahora que ha llegado el otoño e invierno, es una de las frutas más consumidas por excelencia. Cuenta con más de 20 especies diferentes y cada una de ellas se puede diferenciar por su sabor o jugosidad.
Su consumo medio en los hogares españoles fue de 15.11 kg por persona al año
Estos son algunos de los motivos por los que deberías incluirlas en tu dieta.
Mejora la función del aparato digestivo. Al tratarse de una fruta rica en fibra ayuda a mejorar el funcionamiento del intestino y acelera el tránsito intestinal. Por eso es uno de los alimentos más recomendados en situaciones de estreñimiento.
Protege al corazón de enfermedades. La pectina ayuda a reducir el colesterol malo y los triglicéridos. Además, su alto contenido en vitamina C y sus efectos antioxidantes mantienen los vasos sanguíneos saludables.
Retrasa el envejecimiento. Por ser rica en betacaroteno, vitamina A y C, que son antioxidantes y antiinflamatorios, la naranja ayuda a combatir los radicales libres que causan el envejecimiento de la piel.
Mejora la salud ocular. El contenido rico en vitamina A ayuda a mantener saludable la vista. Además, el betacaroteno aumenta la protección ocular.
Previene la anemia. La naranja ayuda a prevenir la anemia porque es rica en vitamina C y ácido cítrico, que ayuda a aumentar la absorción del hierro de los alimentos.