El melanoma es el cáncer de piel más peligroso. Más del 90% de este está causado por una excesiva exposición solar, ya sea por el propio sol o por las lámparas que se usan en los salones de bronceado.
Sin embargo, en algunos melanomas en partes periféricas del cuerpo, como pueden ser las palmas de las manos, y en superficies mucosas, la exposición al sol no es la causa principal.
En estos casos, el desarrollo del cáncer puede coincidir más con la cadena de eventos que conducen a cánceres que no son de la piel.
Más del 90% de este está causado por una excesiva exposición solar, ya sea por el propio sol o por las lámparas que se usan en los salones de bronceado
Así, el melanoma puede afectar a cualquier persona, independientemente del color de piel, y junto con la exposición al sol, los factores de riesgo incluyen: edad avanzada, lunares y antecedentes familiares.
Por otro lado, los expertos advierten que en uno de cada diez pacientes con melanoma, la lesión puede no tener color y ser difícil de diagnosticar. Estos melanomas no pigmentados pueden ser de color rosado, de color rojizo, púrpura, color de piel normal o esencialmente claros e incoloros; y pueden parecerse a otras formas de cáncer de piel o, lo que es peor, pueden confundirse con lunares, cicatrices o quistes benignos, que pueden resultar peligrosos.
Para la prevención, los dermatólogos recomiendan la reaplicación frecuente de un protector solar que tenga, como mínimo, un SPF30, así como ropa de protección solar y sombreros de ala ancha.