La astenia, las alergias o el cansancio no son los únicos problemas derivados de la llegada de la primavera. Debemos recordar que la piel es uno de los principales filtros del cuerpo y que sufre de igual manera los cambios de estación.
''El paso del invierno a la primavera puede ser demasiado brusco para determinados tipos de piel. Pasamos de la sequedad que provoca el frío a un ligero aumento de temperaturas que hace, al mismo tiempo, que aparezca más grasa, la cual la protege indudablemente pero también nos lleva a los típicos problemas de acné, o eczemas en caso de alergias'', señala Joaquín Pinar, responsable en España de la firma cosmética suiza Wherteimar.
Asimismo, otras afecciones de la piel por estas fechas son la rosácea, las irritaciones, la dermatitis atópica, la picazón o las arañas vasculares por vasodilatación, además del especial cuidado que debemos tener ante las primeras tomas de sol de la temporada.
''A ser posible, hay que empezar desde ya a usar cremas con factor de protección solar para protegernos del sol. También es primordial una correcta exfoliación una vez a la semana, al menos durante el mes dedicado a la limpieza profunda de nuestra piel, con algún exfoliante de ácidos glicólico o málico que eliminen las células muertas de la epidermis, sobre todo en pies, rodillas, codos... y claro, cremas calmantes y también emolientes en caso de padecer alguna de estas afecciones'', explica Joaquín Pinar.
La astenia, las alergias o el cansancio no son los únicos problemas derivados de la llegada de la primavera
En este sentido, para problemas como el picor y la rosácea, Joaquín Pinar recomienda tres de sus cosméticos: la crema hidratante ligera, el serum Hydrasens o la crema regeneradora de alta protección SPF50, haciendo hincapié en algunos principios activos que ayudan a paliar estas afecciones. ''Hablaríamos de alantoína, que es un potente regenerador al igual que el aloe vera; el aceite de lino, que ayuda a curar las heridas y combate el eczema y la psoriasis; el bisabolol; la caléndula, que es antiinflamatoria y cicatrizante; la flor de manzanilla, que es antialérgica; o el castaño de Indias que estimula la circulación sanguínea'', añade el experto.
Así pues, para una piel impecable, si padeces dermatitis atópica o irritación, límpiala cada noche en profundidad con, por ejemplo, la espuma fresca limpiadora de Wherteimar con acción antiinflamatoria que alivia, además, las rojeces. El ritual de limpieza puedes acabarlo con su loción tónica fresca que ayuda a equilibrar el pH y a mejorar la circulación sanguínea. A continuación, aplica el sérum Hydrasens que combate la tirantez, la irritación, la descamación y las rojeces o intolerancias, algunos de los síntomas visibles que sufren las pieles sensibles, siempre más expuesta a un envejecimiento prematuro.
Otra opción al terminar puede ser un suave masaje con la crema hidratante ligera de rápida absorción, que aporta la hidratación diaria que nuestro rostro necesita. Sus exclusivos activos tienen propiedades que protegen la piel frente a los efectos negativos de los agentes externos. Cada mañana, antes de salir de casa, usa la crema regeneradora de alta protección SPF50, de textura extremadamente rica y no oleosa, que combate los distintos signos de envejecimiento cutáneo, estimulando los propios mecanismos de defensa de la piel para repararla y protegerla.