La alopecia es, en términos estrictos, la pérdida anormal de cabello, que puede afectar al cuero cabelludo o a otras zonas de la piel en las que exista pelo. Sin embargo, va más allá de eso: es una pérdida de la imagen personal, una condición que afecta a la autoestima de las personas y un sinónimo de violencia estética. Sin embargo, no es así para todos ya que, mientras que en los hombres se acepta e, incluso, se puede llegar a asociar con algo atractivo, en mujeres se traduce en vergüenza y enfermedad.
“La alopecia masculina está socialmente aceptada, e incluso se ha generado el estereotipo de hombre calvo atractivo. De hecho, todos tenemos en mente la imagen de actores y famosos calvos atractivos”, comenta para Estetic.esConchi Botillo, presidenta de la Asociación de Alopecia Madrid (ACMA). Frente a esto, explica que las mujeres no tienen ‘permitido’ tener un pelo con canas, sin brillo, demasiado corto o, por supuesto, no tener pelo. “Muchas personas se dan la vuelta al ver a una mujer calva, y el único motivo por el que se acepta socialmente es por enfermedad, partiendo de un sentimiento de lástima y pena”.
Conchi Botillo explica que no todos los tipos de alopecia son iguales. Por ejemplo, nos encontramos con la alopecia frontal fibrosante o pérdida de pelo en la parte frontal, la alopecia areata de origen autoinmune o la alopecia androgénica, característica de los hombres. Cuando esta situación aparece, las personas sufren una pérdida de su imagen personal, con la que se identifican y construyen su personalidad. “En este punto, los hombres y las mujeres parten en igualdad de condiciones”.
“Nos recluimos, dejamos de tener vida social o de hacer actividades como ir al gimnasio o la piscina”
Sin embargo, una vez superada la fase de trabajo personal de autoaceptación de la nueva imagen, las mujeres se quedan por el camino. Pero, ¿por qué? Lo cierto es que las mujeres reciben, por diversos canales, mensajes de que una melena bonita es signo de feminidad y belleza. Además, tampoco existen referentes de mujeres sin pelo exitosas. Todo ello echa más leña a la hoguera del estigma, afectando a la salud mental de las mujeres con alopecia. “Nos recluimos, dejamos de tener vida social o de hacer actividades como ir al gimnasio o la piscina”.
La presidenta de ACMA señala que las mujeres con alopecia sufren violencia estética, pues los cánones de belleza femenina llevan a los estereotipos de cabello abundante y largo. “Las mujeres calvas no podemos cumplir ese estereotipo, y la única forma de hacerlo es comprando pelucas costosas o pagando tratamientos, muchas veces sin fundamento científico. Además, las mujeres se ven obligadas a ocultar su alopecia, perpetuando la falta de visibilidad de la alopecia femenina”.
¿QUÉ SITUACIONES ENFRENTAN LAS MUJERES CON ALOPECIA?
Botillo explica que, entre otras cuestiones, cuando piden ayuda, reciben el mensaje de que no tienen por qué preocuparse, pues ‘solo es pelo’. Además, la presidenta de la ACMA ha querido compartir algunas situaciones de cómo las mujeres enfrentan el estigma en su vida diaria. “Una situación real vivida por mujeres con alopecia es la de ir a renovarte el DNI y llevar la foto hecha con la peluca. Sin embargo, al acudir con un pañuelo, te indican que no te pueden renovar el documento”.
"A las mujeres que están luchando contra esto les diría que no están solas, que acudan a la Asociación y pidan ayuda"
También comparte situaciones como “que te digan en el trabajo que no puedes ir calva a trabajar o que tu hijo te pida que no vayas al cole a buscarle sin peluca porque los demás niños le dicen que su madre se va a morir”. Por supuesto, las miradas y las preguntas de por qué van ‘así’ están a la orden del día. “¿Los hombres calvos han vivido alguna de estas situaciones?”, pregunta Conchi Botillo.
¿CÓMO ACABAR CON EL ESTIGMA?
Desde la Asociación de Alopecia Madrid reivindican que, ante un diagnóstico de alopecia, se ofrezca ayuda psicológica. Además, el apoyo es fundamental para que las mujeres no se sientan solas. “Recomiendo que acudan y formen parte de asociaciones en las que poder compartir experiencias e inquietudes”. Por último, es determinante que la sociedad conozca esta condición y se normalice, “rompiendo los estereotipos que tanto limitan”. Finalmente, la presidenta de ACMA concluye con un mensaje de apoyo. “A las mujeres que están luchando contra esto les diría que no están solas, que acudan a la Asociación y pidan ayuda. No deben dejar que banalicen su condición alegando que solo es pelo, y deben aprender a mirarse al espejo de nuevo y quererse”.