La vida cotidiana hace que a veces estemos sometidos a situaciones de estrés, hábitos poco saludables, mala alimentación y falta de sueño. Esto, unido a algunas enfermedades y a la edad, implica que el movimiento de bombeo de los vasos sanguíneos más pequeños se ralentice.
¿Qué supone esto? Que las células sanguíneas se muevan mucho más despacio y no puedan cumplir su función, lo que conlleva a una disminución del rendimiento físico y mental, malestar, dolores y enfermedades.
Para contrarrestar esto, Silvia Sánchez Prieto, directora de Bioarmony y que ha estado presente en la 19ª Feria Internacional del Turismo Termal, Salud y Bienestar, ''Termatalia'', recomienda la terapia físico vascular de Bemer, una tecnología alemana que lleva 40 años en distintos países y que aborda la microcirculación, una parte de la salud.
La vida cotidiana hace que a veces estemos sometidos a situaciones de estrés, hábitos poco saludables, mala alimentación y falta de sueño
Esta técnica, ''con la ayuda de una señal de estimulación de transmisión electromagnética, estimula el movimiento de bombeo de los vasos sanguíneos más pequeños para que pueda normalizarse el flujo sanguíneo en esta zona'', señalan desde Bemer.
Además, este tipo de tecnología también está indicada para los deportistas ya que, a través de la irrigación apropiada de los vasos sanguíneos más pequeños, ''se consiguen tiempos de calentamiento y enfriamiento más cortos, así como una regeneración más rápida y, de este modo, los entrenamientos serán más efectivos'', comentan desde Bemer.
¿Cuáles son los resultados de esta técnica? Se produce un aumento del rendimiento físico y mental; se mejora el abastecimiento de órganos y tejidos; ayuda en la cicatrización de heridas y lesiones deportivas; y ayuda al sistema inmunológico.