El sector de tatuaje ha calado en la población experimentando un gran crecimiento en los últimos años. Una práctica cada vez más común y que se ha consolidado como una industria de expansión. La demanda creciente, la mayor aceptación social y los avances tecnológicos han provocado que este sector haya alcanzado niveles impensables de popularidad y reconocimiento global.
Sólo en España este sector cuenta con más de 3.000 estudios que realizan este tipo de prácticas. Un avance sin precedentes que mueve una facturación superior a los 180 millones de euros. La edad media de los que se tatúan por primera vez oscila entre los 21 y 28 años, aunque es cada vez más frecuente encontrar más jóvenes realizando esta práctica.
En muchas ocasiones, hay personas que se arrepienten de haberse hecho ciertos tatuajes, bien porque no les gusta con el paso de los años o por etapas que fueron y ya no son. Razones que justifican que los tatuajes no son para siempre y borrarlos puede ser una gran alternativa. Una opción que aprovechan muchas de las clínicas estéticas que utilizan las tecnologías más modernas para eliminar estas marcas en la piel.
El 60% de las personas que se tatúan se arrepiente de ello y desean borrarlo en menos de cinco años
Según un cálculo de Lutronic PBS, fabricante especialista en dispositivos láser médico-estéticos, el 60% de las personas que se tatúan se arrepiente de ello y desean borrarlo en menos de cinco años. Esto mismo lo corrobora la doctora Bonina, de la clínica de Medicina estética Bonina: “En los últimos años, el número de personas que acuden a borrar diseños de su piel ha crecido un 30%. De hecho, se ha convertido en una solicitud muy frecuente mujeres de entre 35 y 50 años que acuden al centro a eliminar tatuajes que se hicieron durante la juventud que ya nos les representan”
Para llevar a cabo esta técnica, se emplea la tecnología láser Q-Switch. Este ofrece unos pulsos ultra cortos que permiten romper la unión entre la tinta. Así las células del organismo puedan reabsorberlas y eliminarlas de manera natural.
“El homogeneizador radial asegura una distribución uniforme de la energía. El número total de sesiones depende de múltiples factores: como el cuerpo de cada persona, sus macrófagos y su sistema linfático son distintos al resto. Por ejemplo, los tatuajes oscuros (negro o azul) suelen necesitar entre 5 y 10 sesiones. Entre cada una de estas debemos dejar un mes e incluso mes y medio para que la tinta se termine de degradar y el cuerpo la elimine por el sistema linfático”, expone la Doctora. El tiempo suficiente para que el cuerpo expulse lo eliminado por el láser. No se recomienda pasar más de 8 semanas sin dar la sesión ya que esto podría ralentizar el tratamiento.
FACTORES A TENER EN CUENTA
Es muy importante que si optas por eliminar un tatuaje, tengas en cuenta los siguientes factores que pueden llegar a condicionar la facilidad y el grado de éxito del proceso:
- El color y los pigmentos. Algunos colores de tinta responden mejor a este tratamiento que otros. Por ejemplo, los pigmentos oscuros, como el negro y el azul, suelen ser más fáciles de eliminar. Los colores más claros, como el amarillo y el verde, tienen más dificultades.
- Profundidad y calidad del tatuaje. Los tatuajes profesionales, realizados con una técnica adecuada y una penetración uniforme de la tinta en la piel, son normalmente más sencillos a la hora de eliminar, en comparación a otros que hayan sido realizados por tatuadores más inexpertos que pueden tener una aplicación o profundidad irregular.
- La ubicación del tatuaje. Los tatuajes situados en zonas con mejor circulación sanguínea, como es el caso de los brazos o las piernas, tienden a responder mejor a los tratamientos de eliminación con láser.