Estamos acostumbrados a ver como las influencer comparten su día a día con todos sus seguidores. Cada paso que dan es analizado al detalle para no perderse ni el más mínimo detalle. Y concretamente, cuando se realizan operaciones estéticas, antes incluso de que ellas mismas lo digan, ya comienzan a sonar especulaciones sobre lo que se pueden estar o no haciendo.
Entre las intervenciones más demandadas se encuentran las operaciones de pecho. Y no solamente de aumento, también de reducción. Y no por cuestiones estéticas, sino más bien por el bien de su salud.
Una de las últimas celebrities españolas en sumarse a la lista de famosas que han decidido apostar por el bien de su salud ha sido la diseñadora Elena Tablada. La que fuera pareja de David Bisbal anunciaba el pasado mes de septiembre que “lo había hecho” y por fin se había sometido a una reducción de pecho después de mucho pensarlo.
Además de Elena, muchas otras influencers se han sometido en lo que llevamos de año a este tipo de intervención para sentirse mejor consigo mismas. En febrero de este mismo año, María Pombo anunciaba a sus seguidores que se había sometido a una reducción de pecho porque desde que había sido madre “el tamaño se disparo”.
Al igual que ella, Laura Matamoros, también compartía con sus seguidores esta decisión que le había hecho alejarse de las redes durante unos días. “Desde hacía tiempo quería retocarme el pecho, ya que con los embarazos, cambios bruscos de peso y al no llevar la antigua prótesis debajo del músculo no estaba cómoda”, explicaba.
En el ámbito internacional, otras como Sofía Vergara, Victoria Beckham o Scarlett Johansson también recurrieron a esta operación para verse y sentirse mejor.
Pero, ¿qué les lleva a someterse a este tipo de operaciones? Estamos acostumbrados a ver como las cirugías de aumento de pecho cada vez son más demandadas, sin embargo, la realidad es que las de reducción también. Entre las razones que más se repiten para someterse están:
El dolor. Un exceso en el tamaño de los pechos puede llevar a dolores insoportables de cuello y espalda.
Ropa. A la hora de comprarse ropa es muy habitual no encontrar una talla acorde para la parte de arriba.
Incomodo a la hora de dormir. Al igual que durante el embarazo es incomodo dormir por la tripa, con los pechos demasiado grandes sucede lo mismo. Resulta complicado encontrar una posición cómoda provocando en muchas ocasiones insomnio.
Sentirse insegura. Aunque la mayoría de mujeres quieren tener los pechos más grandes para sentirse “mejor”, lo cierto es que quienes lo tienen demasiado grande se sienten incomodas en muchas ocasiones por ser objeto de miradas y deseo.
Permite menos movimiento. Aunque no lo creas, tener el pecho muy grande dificulta la realización de ciertos movimientos y hasta problemas de respiración.