Ya no es ningún secreto que la cirugía plástica aumenta cada año. Y es que, cada vez son más las personas que quieren hacerse un retoque estético para verse mejor.
Sin embargo, como consecuencia de esta demanda en cirugía plástica, también ha aumentado lo que se denomina el ''turismo de cirugía plástica''. Esto significa viajar a otro país para realizarse la cirugía porque cuesta más barata que en el país de procedencia.
No obstante, lo que no sabe mucha gente es que este tipo de operaciones tan baratas puede conllevar riesgos para la salud.
Cada vez son más las personas que quieren hacerse un retoque estético para verse mejor
Según la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos, uno de estos riesgos puede ser que surjan complicaciones tras la operación, cuando ya estemos en nuestro país de origen, y no podamos contactar con los médicos que nos realizaron la cirugía para que nos den unas pautas a seguir.
Otro riesgo es que al ser destinos que requieren vuelos largos y una gran cantidad de viajes, puede aumentar el peligro de desarrollar coágulos de sangre, infecciones y otras complicaciones graves por el estrés que suponen los viajes tan largos.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que cada país tiene diferentes estándares de atención y diferentes niveles de prácticas, por lo que es importante investigar al cirujano y clínica a los que se va a acudir, ya que no todos los países tienen estándares rigurosos para los procedimientos médicos.
A su vez, una consideración importante es el hecho de que los pacientes que vienen de otros países, no suelen tener recursos si surgen complicaciones mayores o se sospecha negligencia. Esto significa que los pacientes pueden ser considerados responsables de todas y cada una de las facturas médicas, incluso si se ha producido una negligencia evidente.