El 20% de las intervenciones de estética se realiza para modificar una operación hecha en el pasado y obtener un resultado más natural. Esta es una de las principales conclusiones que se desprenden de un cuestionario difundido a más de un centenar de cirujanos plásticos que pertenecen a la Sociedad Catalana de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (Sccpre) y que evidencia la tendencia de esta especialidad hacia resultados más naturales.
Así, el 90% de los profesionales encuestados ha tenido pacientes que le han pedido una corrección de una intervención previa con este fin. El 70% de estas operaciones está relacionado, según el estudio de la Sccpre, con un cambio en la zona de la mama (recambio de prótesis, sustitución por grasa, extracción de prótesis). En segundo lugar se encuentra la eliminación de productos de relleno facial (labios, pómulos y surcos nasogenianos).
''Estas modificaciones estéticas que piden buena parte de los pacientes no están relacionadas con males intervenciones hechas en el pasado sino que, con el paso de los años, la gente busca un resultado discreto y acorde con su edad'', aclara la doctora Anna López, presidenta de la Sociedad Catalana de Cirugía Plástica Reparadora y Estética.
Por otro lado, la tercera corrección más demandada está vinculada con las secuelas de intervenciones realizadas por profesionales sin la especialidad como, por ejemplo, asimetrías mamarias o deformidades tras una liposucción. ''Es muy importante que el paciente que se quiera someter a una intervención de este tipo se dirija a profesionales con la titulación de especialista en Cirugía Plástica Reparadora y Estética, puesto que son quienes disponen de un conocimiento adecuado de las técnicas empleadas'', asevera la doctora López.
El 70% de estas operaciones está relacionado, según el estudio de la Sccpre, con un cambio en la zona de la mama
Asimismo, los resultados de la encuesta también evidencian que el hecho de tener un aspecto más natural y de acuerdo con el volumen corporal es el motivo que alega más de la mitad de las pacientes que no quiere un aumento importante del volumen del pecho.
En esta misma línea, el estudio muestra que casi la mitad del total de prótesis que se implantan actualmente son anatómicas, que son aquellas que recrean la forma natural de la mama. ''A pesar de que las primeras prótesis que existieron eran los corrillos que, debido a su forma, aportan más volumen a la parte superior del pecho (escote), las prótesis anatómicas han ido ganado terreno'', explica la presidenta de la Sccpre. Sin embargo, según la doctora, se siguen poniendo prótesis redondas puesto que, ''aunque proporcionan un resultado más artificial, son adecuados por pacientes que quieren un pecho más exuberante''.
También cabe destacar, que el 70 % de los especialistas en cirugía plástica encuestados considera que cada vez hay más pacientes que piden que se utilice grasa de su propio cuerpo (autóloga) para obtener mayor volumen en lugar de emplear material externo, técnica que se conoce como lipofilling. Tanto es así que el 100% de estos profesionales asegura que usa este procedimiento quirúrgico.
Por otra parte, la encuesta también revela que más de la mitad (54%) de las intervenciones de cirugía plástica donde se emplea grasa autóloga está relacionada con las mamas, sobre todo en el ámbito de la reconstrucción mamaria tras un cáncer.
''La inserción de grasa es muy útil en estos casos, dado que mejora la calidad de la piel después de la radioterapia y reduce el endurecimiento de la cápsula protésica que se produce en buena parte de las reconstrucciones'', indica Anna López. La segunda operación 'estrella' (casi un 20 % de las intervenciones) con el uso de la propia grasa del paciente es el lipofilling de glúteos. ''El autotrasplante de grasa en glúteos es una intervención cada vez más demandada'', destaca la doctora.