Las picaduras de mosquito están a la orden del día en verano, especialmente en aquellos ambientes que son más húmedos y cálidos. Pero, además, las altas temperaturas como las que estamos viviendo este año pueden contribuir a aumentar la población de mosquitos en determinadas zonas. Por ello, los remedios antimosquitos se han convertido en una de las búsquedas más realizadas por los usuarios en internet.
Sin embargo, hay quienes buscan soluciones eficaces contra las picaduras de mosquitos en los remedios naturales. Se habla mucho de las plantas aromáticas para dispersar a estos pequeños insectos, también de los preparados de origen vegetal como el aceite de eucalipto de limón, la citronela, o el aroma a vinagre. Pero… ¿son realmente eficaces? ¿Pueden sustituir a las formas farmacéuticas?
Para responder con rigor a esta pregunta, Estetic ha contactado con la popular farmacéutica Helena Rodero (@helena.rodero), quien ya ha visitado previamente el podcast ‘La Huella de la Piel’ para ofrecernos consejos sobre el cuidado de la piel y el cabello. En esta ocasión, la experta comienza exponiendo la popular citronela y el citrodiol, unos activos que son unas “moléculas químicas derivadas de aceites esenciales” y que “se suelen utilizar en grupos de edades más bajas”.
"Su evidencia científica es mucho más restringida que la de los componentes químicos"
Esto es así porque suelen ser productos mejor tolerados y aptos para aplicar en edades más tempranas. No obstante, “el uso de una sustancia de origen natural o una de origen sintético no garantiza que no pueda dar un problema de alergia o intolerancia porque da igual el origen de la sustancia para provocar una reacción en la piel”, recuerda la experta.
El problema es que “su evidencia científica es mucho más restringida que la de los componentes químicos”. Estas son sustancias de síntesis que cuentan con mayor efectividad, como el etil-butil-acetil-aminopropionato o IR3535, que “es uno de los repelentes sintéticos que se utilizan con eficacia”. Además, existen fórmulas aptas para utilizarse desde los 6 meses. Sin embargo, su efectividad es moderada con respecto a la Icaridina.
El DEET es otro de los compuestos que podemos buscar en los repelentes antimosquitos de farmacia, ya que también es altamente efectivo y está disponible para su uso a partir de los 2 años y para adultos hasta el 50% de la concentración. “A mi parecer, lo hace el más eficaz de todos y el que se debería usar en países con problemas de enfermedades transmitidas por mosquitos, como la malaria”, expone la farmacéutica.
"Aplicar por encima de la crema solar la loción repelente no disminuye la efectividad del repelente, sin embargo, sí disminuye un poco la efectividad del protector solar"
Vistos estos ingredientes, la experta afirma que “no hay ningún remedio natural que podamos utilizar en sustitución de las formas farmacéuticas”, especialmente si lo que buscamos es efectividad contra las picaduras de mosquito. Además, señala que, para asegurar esa eficacia y evitar que estos insectos se posen en la piel, lo mejor es “hacer una buena impregnación del producto, extendiéndolo de manera adecuada”.
Así que, además de apostar por las formas farmacéuticas, la experta recuerda que estos productos sintéticos pueden utilizarse durante la exposición solar. Eso sí, para asegurar el funcionamiento del repelente y garantizar la seguridad de la piel, conviene aplicar la crema solar previamente y dejar que se asiente correctamente. “Una vez que esté fijada, se puede aplicar por encima la loción repelente, que no disminuye la efectividad del producto, pero sí la del protector solar, así que también hay que tenerlo en cuenta”, aclara.
Y, como último consejo, la farmacéutica indica que en algunas zonas en las que exista un verdadero problema con las picaduras de mosquitos, hay que complementar el uso de los repelentes antimosquitos con la cobertura de la piel: “Al igual que del sol nos protegemos con gafas, gorras y camisetas además de la crema solar, para el caso de los mosquitos hay que utilizar pantalones metidos por dentro de los calcetines, camisas de manga larga y holgadas, de materiales naturales, y mosquiteras en la cama o ventanas”, concluye.