Periodos menstruales irregulares, cambios en el estado de ánimo y en el peso, sudoración, sofocos, sequedad vaginal y pérdida de elasticidad en la piel, son algunos de los síntomas que indican a las mujeres maduras que están entrando en la menopausia. Este estado suele aparecer entre los 40 y los 50 años y significa el fin de la era fértil en la mujer, provocando cambios hormonales en el organismo.
Parece que a la actriz y ahora también presentadora Drew Barrymore le ha llegado el momento después de que confesara en directo que acababa de sufrir uno de sus “primeros sofocos de la premenopausia”. En su programa ‘The Drew Barrymore Show’, la actriz comentaba espontáneamente que estaba teniendo mucho calor de repente durante una entrevista con sus invitados, Jennifer Aniston y Adam Sandler.
Pero, ¿por qué se producen exactamente estos sofocos tan repentinos? ¿Existen métodos para tratar de aliviarlos? Hoy, desde Estetic.es, te lo contamos:
SOFOCOS EN LA PREMEOPAUSIA
Los sofocos, también conocidos como calores súbitos, suelen manifestarse en las mujeres que se adentran en la menopausia o que ya están en ella. Aunque en la mayoría de casos se presentan durante la noche dificultando el sueño de la persona, también pueden producirse en otros momentos del día. Se trata de uno de los síntomas más frecuentes de este momento vital para las mujeres y cuya presencia puede darse durante varias años.
Un 80% de las mujeres sufre sofocos durante la menopausia
Su causa principal es el desequilibrio hormonal característico de esta etapa, en la que disminuyen los niveles de estrógenos y progesterona, las hormonas femeninas. Este cambio ocasiona un aumento del flujo sanguíneo en la parte superior del cuerpo, dando esa sensación repentina de calor y sudoración, que puede ir acompañada de una alteración del ritmo cardíaco. Los sofocos pueden prolongarse por segundos, aunque en algunos casos duran varios minutos.
¿CÓMO ALIVIAR LOS SOFOCOS?
Cuando se presentan estos sofocos, es normal que desestabilicen a la mujer que los está padeciendo ya que está viviendo un cambio químico en su interior. Para tratar de aliviar sus síntomas, podemos seguir lo siguientes consejos:
- Beber la cantidad diaria de agua recomendada es fundamental para mantener hidratado al cuerpo y prevenir el estrés oxidativo, especialmente en un momento de cambio corporal. En los momentos en los que se sufra un calor súbito y no termine de pasarse, beber agua ayudará a refrescar el cuerpo.
- Mantener un ambiente fresco en la habitación ayudará a reducir la temperatura del ambiente y a regular la temperatura corporal.
- Eliminar esas capas de ropa que aportan calor en el momento en el que aumenta el riego sanguíneo es una solución eficaz para frenar la sensación de ardor.
- Llevar hábitos de vida saludable ayudará a tener el organismo preparado frente a los cambios, de tal forma que los afronte mejor. En estos hábitos no se contemplan el tabaco o el alcohol, y sí se recomienda realizar actividad física diaria y llevar una alimentación rica en frutas, verduras, proteínas y consumo moderado de carbohidratos. A evitar, el azúcar y las grasas saturadas.
- Las comidas calientes y picantes aumentan esa sensación de calor y ardor, por lo que conviene no tomarlas en los momentos en los que los sofocos se dan con mayor asiduidad.
- Si estos sofocos son difíciles de llevar en la vida cotidiana, es recomendable acudir a un médico ya que existen tratamientos hormonales para tratar de estabilizar al cuerpo. También se pueden recetar algunos medicamentos que alivian los síntomas de los calores súbitos.