Seguir una dieta saludable, realizar ejercicio y descansar las horas adecuadas son pilares fundamentales para mantener una vida sana y activa, sin embargo, existen otras recomendaciones no tan populares que son muy beneficiosas para la salud.
Por ello, los expertos de Clínica Opción Médica nos proponen algunos consejos para poder disfrutar de una buena salud. ¡No te lo pierdas!
1. Ejercicio físico. Para mantenerse en forma es importante realizar ejercicio físico de forma regular, llevar un estilo de vida activo. Se recomienda hacerlo de 3 a 5 veces a la semana. En estas rutinas siempre deben incluirse ejercicios cardiovasculares como caminar a paso ligero, correr, ir en bici, nadar..., rutinas que tendrás que ir aumentando, tanto en tiempo como en intensidad, de forma gradual. Además, a este tipo de actividad pueden sumarse ejercicios anaeróbicos de aquellas zonas que más nos interesen trabajar.
2. Alimentación sana. Debes integrar alimentos saludables y llevar una dieta equilibrada ya que la alimentación puede afectar a aspectos tan relevantes como a la salud del corazón, al peso, al nivel de azúcar en sangre o al colesterol, entre otros. Por tanto, adoptar unos hábitos de alimentación sanos, aprendiendo a comer una dieta equilibrada te ayudará a mantener el peso y a reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
3. Mantenimiento del peso. Mantener un peso saludable es fundamental ya que padecer sobrepeso u obesidad puede conducir a enfermedades cardiovasculares, hipertensión y un mayor riesgo de sufrir diabetes, entre otras.
4. Hidratación. Una buena hidratación es esencial; beber dos litros de agua diarios es muy importante ya que el agua ayuda a regular la presión sanguínea y la temperatura corporal, transporta nutrientes y previene el estreñimiento. Por el contrario, las bebidas azucaradas solo aportan calorías vacías que contribuyen al aumento de peso.
5. Descanso. El sueño es un mecanismo fundamental que el organismo utiliza para descargar y recargar energía, estableciendo así un equilibrio entre la actividad y el descanso. En la edad adulta, se recomienda dormir entre 7 y 8 horas diarias. Además, debes de aprender a tomarte períodos de descanso durante el día para aumentar tu productividad.
6. Estrés o ansiedad. Existen técnicas de relajación y respiración para no estresar al organismo, así te librarás de la ansiedad que le afecta de forma tan negativa.
7. Excesos. Todos los excesos acarrean consecuencias negativas. No hay problema en que tomes un día el postre que te apetece, en que te saltes la rutina de ejercicios porque ese día no te ves con suficiente fuerza..., pero tienes que aprender a escuchar tu cuerpo, debes estar tranquilo, tanto física como emocionalmente.
8. Organización del tiempo. Debes priorizar las actividades a realizar según importancia; además, es aconsejable situarlas en el tiempo para, durante las horas de mayor energía, desarrollar actividades que demanden mayor esfuerzo.
9. La postura. Según los expertos, la postura está relacionada con la autoestima. Para adquirir una buena postura debemos ser conscientes de cuál es la que tenemos en cada momento y rectificar si no es la correcta.
10. Hobbies. La rutina produce cansancio y puede ocasionar estrés o, incluso, depresión. Para prevenirlos es necesario incluir actividades que te permitan descansar y entretenerte, es decir, encontrar aquellas actividades que consiguen hacerte sentir bien como la lectura, el cine, el deporte, la música, etc.
11. Cuidar la vista. Actualmente, con la vida que llevamos, pasamos mucho tiempo delante del ordenador y móvil, así como de otros dispositivos electrónicos. Esta alta demanda visual, juntamente con factores ambientales, puede afectar a la calidad de vida y se caracteriza por síntomas como dolor de cabeza, cuello, espalda u hombros, ojos secos o fatiga visual.
12. La hidratación corporal. La piel protege al cuerpo del entorno y cuidarla es fundamental. Las agresiones externas hacen que tu piel sufra y se reseque, por ello hay que estar atento a su nivel de hidratación. El uso de la crema hidratante mejora la consistencia de la epidermis, mantiene la humedad, contribuye a la regeneración de células y proporciona vitaminas, además de incrementar su elasticidad.