La cirugía de aumento de pecho es el procedimiento estético más demandado, superando a la liposucción, la abdominoplastia y la rinoplastia, otras de las intervenciones más populares. Esta información la sustentan las cifras de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE), que confirman que en la franja de entre 18 y 29 años, la cirugía de la mama femenina concentra un 62,1% del total de las intervenciones estéticas.
Los pacientes que se someten a este tipo de cirugías, generalmente mujeres, no sólo buscan un cambio en su apariencia estética, sino que, además, logran potenciar su autoestima. Pero, a pesar de que este tipo de procedimiento está ampliamente visibilizado y se puede encontrar información fácilmente al respecto, “todavía existen muchas dudas, preguntas e incluso incertidumbre sobre la intervención en sí, y el impacto que puede tener en el cuerpo del paciente”, explica la Dra. Alba Martínez especialista del Instituto Médico Láser (IML).
Por ello, desde IML se han propuesto desmontar algunos mitos que circulan alrededor de la cirugía de aumento de pecho. ¿Conocías alguno de ellos?
1. “LA RECUPERACIÓN ES LARGA Y DIFÍCIL”
Este es uno de los mitos más extendidos sobre la cirugía de aumento mamario. Sin embargo, gracias a los avances tecnológicos, ahora es posible recuperarse de la operación en 3 o 4 días, lo que se conoce como cirugía ‘fast recovery’. En cualquier caso, cada paciente es un caso, así que es importante tener en cuenta las recomendaciones médicas individualizadas.
2. “NO PODRÉ REALIZAR LA LACTANCIA MATERNA”
Esta afirmación se trata de otra de las leyendas urbanas más populares y que más separa a las mujeres de potenciar su autoestima. La realidad es que sí que se puede practicar la lactancia materna después de someterse a una intervención de aumento de pecho y, de hecho, la mayoría de mujeres que lo ha hecho no ha presentado ningún problema. Lo importante es confiar en cirujanos experimentados que aborden el procedimiento de la forma correcta, preservando el pezón y la integridad de los conductos galactóforos.
3. “CADA 10 AÑOS TENDRÉ QUE CAMBIAR LOS IMPLANTES”
En los orígenes de la cirugía mamaria, sí era necesario cambiar los implantes a los 10 años, pero gracias a los avances tecnológicos, ahora son más duraderos y no es necesario renovarlos. Lo que sí es importante es acudir a revisiones, sobre todo transcurrida la primera década, para asegurar que el material empleado sigue en buen estado. Nuevamente, es importante recurrir a centros certificados para obtener la mayor seguridad.
4. “FAVORECEN EL RIESGO DE CÁNCER DE MAMA”
No, el aumento de pecho no aumenta el riesgo de cáncer de mama. Este es otro de los mitos más extendidos y, por ello, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ya se ha encargado de desmentirlo. Según la entidad, no existen ninguna evidencia que relacione un aumento de la incidencia del cáncer de mama con el uso de las prótesis.
5. “LAS PRÓTESIS REDONDAS QUEDAN MUY ARTIFICIALES”
Los implantes con forma redonda hacen que el polo superior de la mama quede más relleno. Sin embargo, esto no quiere decir que el pecho se vea más artificial, pues en esta materia intervienen otros factores como la posición del implante, la proyección del mismo y el volumen del mismo.
“Todavía existen muchas dudas, preguntas e incluso incertidumbre sobre la intervención en sí, y el impacto que puede tener en el cuerpo del paciente”
En cualquier caso, para deshacerte de todas las dudas, te recomendamos que acudas a un centro certificado donde puedan asesorarte individualmente. La Dra. Martínez recuerda que “una evaluación personalizada es fundamental para el éxito de la cirugía de aumento de pecho”, con “un enfoque integral basado en las últimas tecnologías y conocimientos médicos” que busque la satisfacción y el bienestar de los pacientes.