¿Dermatitis por estrés?: "Cualquier persona emocionalmente desbordada puede ver afectada su piel"

La Dra. María Penalba, especialista en Dermatología Médico-Quirúrgica y Medicina Capilar de IMR, aborda en Estetic.es una de las consecuencias más visibles del estrés en las personas, la dermatitis

La Dra. María Penalba, especialista en Dermatología Médico-Quirúrgica y Medicina Capilar de IMR, explica en Estetic.es qué es la dermatitis por estrés (Foto. Estetic.es)
La Dra. María Penalba, especialista en Dermatología Médico-Quirúrgica y Medicina Capilar de IMR, explica en Estetic.es qué es la dermatitis por estrés (Foto. Estetic.es)
Carmen Bonilla
17 marzo 2025 | 10:00 h
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Las afecciones de la piel son una situación que afecta tanto física como psicológicamente a quienes la padecen. Más allá del picor o dolor y molestias que pueden causar, los pacientes ven mermada su autoestima al notar cambios en su propia imagen. Esto puede provocar estrés, ansiedad o depresión. Pero, ¿y si fuese al revés? ¿Y si fuese el propio estado emocional el que causase afecciones de la piel? Este es el origen de la dermatitis por estrés.

En algunas ocasiones, la piel reacciona de forma adversa a los desequilibrios emocionales o psicológicos prolongados, dando lugar a la dermatitis por estrés, que no está causada por un agente externo como puede ser un irritante o una alergia. “Se trata de un desequilibrio corporal que tiene su origen en el propio estrés, que desencadena una serie de mecanismos biológicos que alteran la homeostasis cutánea y generan inflamación e hiper reactividad del sistema inmunológico”, señala para Estetic.es la Dra. María Penalba especialista en Dermatología Médico-Quirúrgica y Medicina Capilar del Instituto Médico Ricart (IMR).

“A veces se forman pequeñas erupciones o parches que se pelan, y en sus formas más severas se pueden ver vesículas e hinchazón”

Enrojecimiento, purito o picor y descamación de la piel, sobre todo en zonas de flexión o áreas como la cara, cuello y manos son solo algunos de los síntomas más comunes de la condición. “A veces se forman pequeñas erupciones o parches que se pelan, y en sus formas más severas se pueden ver vesículas e hinchazón”. Se trata de síntomas similares a los de otros tipos de dermatitis, por lo que no es de extrañar que sean difíciles de diferenciar.

Aunque la diferencia principal radica en su causa y no en sus manifestaciones (la dermatitisatópica o de contacto tienen orígenes como alergias o irritantes externos mientras que este caso tiene una causa psicógena), no es fácil hacer una distinción porque “el estrés empeora los síntomas de cualquier tipo de dermatitis”. De acuerdo con la experta, los doctores en consulta deben prestar atención al patrón temporal y los antecedentes del paciente, “pues los brotes tienden a aparecer en épocas de estrés intenso y a disminuir cuando la persona logra gestionar o reducir dicho estrés”.

¿QUÉ FACTORES PUEDEN DESENCADENAR ESTA CONDICIÓN?

Los factores más comunes que desencadenan esta situación son la ansiedad, el estrés laboral o académico y la depresión. Además, también pueden afectar los conflictos personales y las situaciones de cambio o pérdida significativa como un duelo o una separación. “Cualquier situación que haga que una persona se sienta emocionalmente desbordada puede terminar afectando a su piel”, señala la Dra. Penalba.

Esto se debe a que el estrés prolongado activa el sistema nervioso autónomo, liberándose hormonas como el cortisol. El sistema inmunológico, encargado de defender al cuerpo de enfermedades, se desajusta cuando estamos estresados. Esto puede hacer que la piel reaccione de manera exagerada, contribuyendo a la aparición de inflamación e irritación. Por su parte, el cortisol aumenta la permeabilidad de la barrera cutánea, disminuyendo su capacidad de defensa frente a agentes irritantes y patógenos. “Además, la ansiedad puede incrementar el comportamiento de rascado o frotamiento, lo que empeora y desencadena un ciclo de cronificación de las lesiones”.

TERAPIA Y DERMATOLOGÍA, DOS SOLUCIONES CLAVE

Una vez hemos descubierto que el estrés está detrás de la dermatitis, “lo más importante va a ser trabajar para manejarlo”. La terapia psicológica, como la cognitivo-conductual, siempre de la mano de un psicólogo, puede ser muy útil para aprender a manejar el estrés de manera más efectiva. “Ayuda a las personas a entender cómo sus pensamientos y emociones afectan a su cuerpo, y les enseña a cambiar estos pensamientos para reducir el estrés”.

“La terapia psicológica también puede ayudar a interrumpir el ciclo de rascado y autoagresión de la piel, lo que mejora el pronóstico de la condición”

De hecho, aprender a gestionar el estrés no solo beneficia a la salud mental, sino que también mejora los síntomas de la dermatitis. “La terapia psicológica también puede ayudar a interrumpir el ciclo de rascado y autoagresión de la piel, lo que mejora el pronóstico de la condición”. Así, practicar técnicas como la meditación, yoga o el ejercicio físico moderado puede ayudar en gran medida.

Finalmente, en lo relativo al ámbito dermatológico, las cremas con corticoides pueden aliviar la inflamación y el picor, pero siempre es importante partir de un buen diagnóstico y contar con pautas concretas de aplicación. Del mismo modo, Penalba recuerda que es clave utilizar cremas hidratantes para proteger la piel. “En algunos casos utilizaremos el láser exciplex para reducir más rápido la inflamación y conseguir mejorías en los casos más resistentes”.

La dermatitis por estrés puede llegar a ser un círculo vicioso si no se aborda adecuadamente. Las situaciones emocionales desbordantes pueden desencadenar problemas cutáneos pero, a su vez, los problemas cutáneos pueden afectar a nivel psicológico. Contar con la ayuda de profesionales cualificados en estos dos ámbitos de la salud puede ayudar a los pacientes a recuperar su calidad de vida, así como su autoestima.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.