El lipedema es una patología reconocida desde mayo de 2018 en la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud. Denominada también ''desorden del tejido adiposo'', ''desorden del metabolismo lípidico'' o incluso ''lipodistrofia'', se trata de una patología de carácter crónico que afecta generalmente a las mujeres.
Con frecuencia es confundido con celulitis, gordura, u otras afecciones de menor importancia. Las pacientes tienen tendencia a ganar peso sin explicación y gran dificultad para perderlo a pesar del esfuerzo. Un diagnóstico acertado es indispensable, aunque por desgracia no existe ninguna prueba específica, se debe prestar especial atención a los síntomas que la caracterizan.
La edad de aparición o empeoramiento es durante la pubertad, embarazo o menopausia. No se conoce el origen real de la enfermedad ni existe cura hasta el momento, pero sí se sabe que tiene un gran peso genético y hormonal.
El lipedema es una patología reconocida desde mayo de 2018 en la Clasificación Internacional de Enfermedades de la Organización Mundial de la Salud
La particularidad de esta enfermedad, señalan desde la Clínica Bruselas, es que la grasa que se acumula no es como la normal, no pudiéndose eliminar ni con dieta y/o ejercicio. Tiende a acumularse de forma simétrica en ambas piernas (y en ocasiones también en brazos), dejando intactas manos y pies. De esta forma, las personas afectadas suelen presentar siluetas descompensadas y desproporcionadas en las que las extremidades inferiores son más gruesas que el resto del cuerpo, sin existir, en muchas ocasiones, diferencia entre tobillo, rodilla y muslo.
''Aproximadamente el 70% de los casos comienzan en caderas y muslos, para afectar posteriormente a la zona de pantorrillas, tobillos e incluso brazos, aunque cada paciente puede presentar un patrón completamente distinto'', afirma el equipo médico de Clínica Bruselas.
En pacientes con grados medianamente avanzados, esta grasa nodular acumulada en las extremidades, sufre un estiramiento de la piel desproporcionado, provocando en la mayoría de los casos, dolores, edema, problemas a nivel linfático e incluso llegando a comprometer la movilidad, por lo que también se la conoce como ''síndrome de grasa dolorosa''.
ESTADIOS CLÍNICOS DEL LIPEDEMA
-Grado I. La superficie de la piel es normal y el tejido adiposo tiene una consistencia blanda pero pueden palparse pequeños nódulos.
-Grado II. La superficie de la piel es irregular y dura debido al incremento de la estructura nodular.
-Grado III. La superficie de la piel está deformada por el tejido adiposo especialmente en las caderas y tobillos y se palpan nódulos que varían en tamaño.
TIPOS DE TRATAMIENTO
-Conservador. Se intenta frenar el avance de la enfermedad y aliviar alguno de los síntomas. Al tratarse de una grasa edematosa que favorece la retención de líquido, los drenajes linfáticos manuales, una dieta antinflamatoria y la actividad física con compresión están bien indicados.
-Quirúrgico. Se elimina gran parte de la grasa ''enferma'' haciendo que la paciente pueda empezar de ''cero'', en la mayoría de casos, aliviando y hasta eliminando los síntomas que comprometían su calidad de vida.
Cuando un paciente opta por el tratamiento quirúrgico, en muchos de los casos y sabiendo que se aliviarán sus síntomas, decide renunciar a la parte estética.
La particularidad de esta enfermedad es que la grasa que se acumula no es como la normal, no pudiéndose eliminar ni con dieta y/o ejercicio
Al retirar volúmenes importantes de grasa lipedémica, la piel queda flácida y arrugada, dejando como única solución un lifting posterior para eliminar la piel sobrante; es decir, una intervención más. En el caso del abordaje quirúrgico de un paciente de Lipedema Grado II, en Clínica Bruselas se combinan dos técnicas para un mejor resultado: PAL y Bodytite.
En la PAL, la punta de la cánula -tubo utilizado para extraer grasa del cuerpo- posibilita que las incisiones sean más pequeñas y precisas, reduciendo el tiempo de recuperación en comparación con otras técnicas de liposucción. Los cirujanos pueden tratar zonas específicas sin dañar el tejido circundante. La rápida vibración de la cánula resulta menos brusca para los tejidos del cuerpo, aflojando las células grasas y permitiendo su fácil eliminación, sin apenas hematomas y edema.
El Bodytite se trata de un nuevo equipo de remodelación corporal y facial que aprovecha la tecnología de radiofrecuencia direccional (RFAL) para obtener resultados espectaculares. Este tratamiento de lipólisis asistida por radiofrecuencia ofrece una contracción tridimensional única en la dermis, la matriz del tejido conectivo subdérmico y la grasa profunda del cuerpo, provocando una contracción de hasta un 47% de un modo mínimante invasivo.