Nuestra biología es una verdadera obra maestra de la naturaleza, es capaz no solo de dotarnos de capacidades para adaptarnos a nuestro entorno, sino que se modifica durante la vida para dar respuesta a procesos como el embarazo, durante el cual el pecho de la mujer sufre una serie de cambios con el objetivo de amamantar al bebé cuando nazca.
Conscientes de esta realidad, Bio-Oil se pone en tu piel y, junto a la matrona Ana Isabel García Girón, nos ayuda a entenderlos y cómo cuidar de la zona adecuadamente.
En este sentido, ya en la adolescencia, las mamas sufren un desarrollo importante, pero no es hasta el embarazo que el pecho cambia para ser capaz de producir leche.
Durante el primer trimestre podemos notar ya un aumento importante del tamaño del pecho, y algunas mujeres pueden también notar hinchazón o sensibilidad (una sensación similar a la que ocurre los días antes de tener la regla). Este aumento del tamaño se produce por el desarrollo de las glándulas que hay en el pecho para que sean capaces de producir la leche.
Ya en la adolescencia, las mamas sufren un desarrollo importante, pero no es hasta el embarazo que el pecho cambia para ser capaz de producir leche
Debido a la cantidad de sangre que le llega al pecho para conseguir este desarrollo, a veces podemos ver que se marcan unas venas bajo la piel formando una especie de encaje que se llaman ''red venosa de Haller''.
Los pezones tienden a volverse más oscuros y pueden modificar ligeramente su forma para hacerse más prominentes y facilitarle el agarre y succión de la boca del bebé. Más adelante, a partir de la semana 25 aproximadamente, el pecho ya empieza a producir calostro, que es lo que el bebé tomará los primeros días de vida, y que le ofrece una riqueza nutritiva excepcional.
Tras el parto, entre el tercero o quinto día de vida del bebé, se produce la subida de leche. Esto puede hacer que nuevamente observemos un aumento del tamaño del pecho, aunque éste suele ser transitorio. Los primeros días/semanas, es posible que notemos el pecho más tenso, y con una diferencia importante de tamaño dependiendo de si están llenos de leche o no. Cuando la producción de leche se regula, esta diferencia se nota menos y el tamaño se normaliza.
Si se decide alimentar al bebé con biberón, la subida de leche no se producirá. En el hospital administrarán una medicación para evitar el pico hormonal que desencadena la subida, y explicarán qué medidas físicas se deben aplicar para evitarla.
CÓMO CUIDAR EL PECHO DURANTE EL EMBARAZO Y LA LACTANCIA
Podemos aplicar varios consejos para minimizar las consecuencias que tienen estos cambios sobre el pecho. Para sobrellevar mejor la sensibilidad del pecho que aparece en el primer trimestre, puede ayudar usar un sujetador sin aros y de tejidos más naturales (algodón) que no opriman.
El pecho se va a desarrollar exactamente igual durante el embarazo, sea cual sea la forma en la que elijamos alimentar a nuestro bebé después
Es importante tener en cuenta que, debido al aumento del tamaño, seguramente se va a necesitar cambiar de talla de sujetador (probablemente 1 o 2 tallas más, tanto del contorno como de la copa). Una de las principales preocupaciones que pasa por la cabeza de cualquier embarazada es la aparición de estrías. Que no solo aparecen en el abdomen, sino que también pueden aparecer en el pecho debido al desarrollo tan rápido que tiene.
Sabemos que las estrías aparecen por un cambio brusco en el volumen de nuestro cuerpo, que supera la capacidad de elasticidad de nuestra piel y hace que los tejidos cedan, dejando ver unas líneas rojas en la superficie. La aparición de estrías depende principalmente del contenido en colágeno y elastina que tenga nuestra piel, que es algo difícilmente modificable. Pero a pesar de esto, podemos aplicar algunos consejos para prevenir su aparición: una correcta hidratación de la piel con los productos adecuados, seguir una alimentación equilibrada y sana y mantener control del aumento de peso.
Para hidratar nuestra piel y prevenir la aparición de estrías, podemos usar Bio-Oil desde el principio del embarazo, y mantenerlo incluso meses después de haber dado a luz para que nuestra piel pueda sobrellevar mejor los cambios de tamaño. Si ya usas otro tratamiento antiestrías, puedes potenciarlo añadiendo unas gotas de Bio-Oil a tu crema habitual.
Es importante evitar aplicar Bio-Oil en la zona de la areola y el pezón, especialmente durante la lactancia, porque su fórmula no está pensada para que pueda ser ingerida por el bebé. Si notas la zona del pezón y la areola especialmente seca, puedes aplicar otros tipos de aceite que el bebé sí puede ingerir, como el de oliva o la lanolina.
Al contrario de lo que popularmente se piensa, la aparición de flacidez o de estrías en el pecho no depende solamente de si alimentamos a nuestro bebé con lactancia materna o con leche de fórmula. El pecho se va a desarrollar exactamente igual durante el embarazo, sea cual sea la forma en la que elijamos alimentar a nuestro bebé después. De hecho, cuando inhibimos la producción de leche tras el parto y los pechos ''se deshinchan'', puede producirse también esa flacidez en la piel.
Es por esto que cuidar la piel del pecho antes, durante y tras el embarazo y la lactancia es clave para asegurar una ayuda a los tejidos que se distienden rápidamente, y hacerlo a diario, tantas veces como sea necesario, al menos dos veces al día, con un producto como Bio-Oil.