¡Cuidado con los hongos en las piscinas!

En verano se diagnostican más casos de infección por hongos ya que se dan las condiciones ideales para su aparición: un aumento de la temperatura y la humedad, junto con una mayor actividad física.

Un 8% de las personas que acuden a piscinas contrae la forma más común de infección de hongos: el pie de atleta. Los estudios sobre este tipo de infección confirman que existe una mayor prevalencia en adultos y que está en torno al 8,5%, mientras que en niños oscila en el 3%.

No hay personas inmunes a las infecciones por hongos y estos se dan sobre todo en los pies, las uñas, las manos y las ingles. El contagio es muy rápido si se produce un contacto directo con las células descamadas de la piel donde suelen sobrevivir los hongos.

Entre los factores externos que influyen en su aparición se encuentran el ambiente húmedo y mal higienizado, así como las lesiones en uñas que producen el lecho ideal para la sobrecolonización por hongos. Además, existen factores del propio individuo como la piel muy grasa.Por otra parte, el uso de algunos medicamentos como los corticoides, los antibióticos de amplio espectro o los inmunosupresores también pueden favorecerlos.

Una vez que ya se ha producido la infección los expertos recomiendan los tratamientos con antifúngicos porque responden satisfactoriamente. Éstos se administran tanto de forma tópica, como por vía oral según la extensión de la lesión.

CLAVES PARA LA PREVENCIÓN

1. No caminar descalzo por el borde de la piscina ni por el suelo mojado: siempre debemos llevar puestas las zapatillas o las chanclas, sobre todo en las zonas húmedas expuestas al sol en los bordes de la piscina.

2. Secarse bien el cuerpo: es muy importante secarse muy bien todo el cuerpo y no dejar partes húmedas como las corvas, entre los dedos, y las axilas entre otras zonas.

3. Evitar el sudor excesivo: cuando tomamos el sol debemos tener en cuenta algunas zonas del cuerpo en las que el exceso de sudoración puede ser un foco de hongos. En cuanto a la ropa, se ha de elegir un calzado apropiado y evitar que el pie esté encerrado y sudoroso. Además, hay que procurar también usar calcetines de algodón que dejen transpirar la piel.

4. Asegurarse de la regulación de la limpieza de la piscina: los responsables de las piscinas deben extremas la limpieza de las áreas comunes como son las duchas y los aseos con agentes esporicidas.


Porque tú eres lo más importante… Estetic.es