Existen más de 400 posibles tipos de genitales femeninos según su tamaño, forma y color. La moda de la depilación total los ha dejado al descubierto tomando protagonismo y la mujer ha sentido la necesidad de estar a gusto también con esta parte de su cuerpo.
En este sentido, los genitales femeninos van variando con la edad, los partos, la menopausia, algunas patologías y medicación y, por supuesto, con los años de menstruaciones. Estos factores hacen que se oscurezcan y, a su vez, puedan provocar otras imperfecciones estéticas. Pero no solo eso, ya que pueden derivar problemas funcionales y psicológicos.
Por esta razón surgen los procedimientos de estética genital femenina, o ginecoestética, que han evolucionado notablemente en los últimos años. Para Lía Fabiano, especialista en cirugía plástica reparadora y estética, las mujeres se someten a ellos porque ''están descubriendo ciertas partes que sí se pueden mejorar, no solo desde el punto de vista funcional, sino también estético''.
Pero, ¿cuántas cirugías existen para modificar los genitales femeninos? ¿En qué consiste cada una de ellas?
Existen más de 400 posibles tipos de genitales femeninos según su tamaño, forma y color
Por un lado está la labioplastia, que es la más frecuente y consiste en reducir el tamaño de la apertura vaginal. A veces puede ir acompañada de un cambio en la forma de los labios mayores y/ los menores. La labioplastia también puede ir acompañada de una clitoriplastia, una intervención en la que se esconde el clítoris realizando un corte pequeño alrededor de la corona y plegándolo.
También está la himenoplastia, que es la reconstrucción del himen y que, según Lía Fabiano, ''se hace por causas culturas o religiosas''.
''Luego está el aumento de volumen de los labios mayores, que se puede hacer tanto con grasa propia o con ácido hialurónico específico'', añade la experta.
Asimismo, otra operación muy recurrida es el blanqueamiento de la zona vulvar y anal, que intenta alcanzar un color rosado en las dos zonas, más propio de la juventud. Para lograrlo se usan láser, cremas que contienen substancias despigmentantes de la familia de la hidroquinona o del ácido kójico y combinaciones de peelings, que suelen combinar ácido salicílico y ácido glicólico.
Finalmente, la vaginoplastia o rejuvenecimiento vaginal tiene como objetivo devolver a los músculos vaginales la tonicidad perdida por partos o el envejecimiento así como reconstruir o cambiar el aspecto de la vagina. Existen tres tipos: anterior, para corregir los prolapsos de vejiga y útero; posterior, para corregir el prolapso del recto; y colpoperineoplastia anterior o posterior, para corregir, reducir y tonificar la vejiga o el recto.
El porcentaje de mujeres que se tometen a estas intervenciones ha crecido en un 35% en 2018, y se están doblando los porcentajes relativos a 2015 y 2016. Quienes más se operan son las mujeres de edades comprendidas entre los 32 y 55 años, aunque Lia Fabiano afirma que ha llegado a operar ''a chicas de 20 años''.