Ya se suele decir que la edad pasa factura. Y es que es cierto, a medida que avanzan los años empezamos a notar que nuestro cuerpo no funciona igual que antes y que están empezando a aparecer algunos signos claros de envejecimiento. Es por esta razón que el mundo de la cirugía ha puesto a nuestra disposición diferentes métodos para combatir este pequeño ‘’problemilla’’.
Cuando tenemos veinte años solemos hacer algunas locuras sin pensar en las consecuencias. Beber, fumar, y estar expuestos continuamente al sol pueden causar estragos en nuestra piel a medida que pasan los años. Es por esta razón que, en estas edades, debemos aumentar el cuidado de la piel limitando las prácticas que nos pueden perjudicar y aumentando esas que nos favorecen, como la realización de ejercicio diario.
Aunque no lo parezca, fumar y la exposición al sol afectan rápidamente al proceso de envejecimiento y, aunque no es una cosa que se vea a corto plazo, si lo hará en un futuro próximo. Aún así, si queremos combatir el envejecimiento, existen una serie de procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos recomendados para esta edad que pueden ayudarnos a frenar este problema: rinoplastia, aumento de senos, rejuvenecimiento de la piel, bótox, rellenos dérmicos o depilación láser.
Si queremos combatir el envejecimiento, existen una serie de procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos
En la edad de los treinta, el estrés junto con las pérdidas de elastina (lo que mantiene la piel tensa) y colágeno (lo que la mantiene flexible y firme) parecen ser la principal fuerza motriz del envejecimiento.
Suele ser la época más estresante por la que pasa una persona y eso, al final, acaba repercutiendo en el estado físico y anímico.
Para frenar el envejecimiento, en estas edad se suele recurrir tanto a procedimientos quirúrgicos (aumento de senos postparto, levantamiento de senos y liposucción) como a procedimientos no quirúrgicos (rejuvenecimiento de la piel, bótox y rellenos dérmicos).
Se suele decir que los ojos son el reflejo del alma; pues bien, es en la edad de los cuarenta y cincuenta cuando precisamente empezarán a mostrar algunos signos drásticos de envejecimiento.
La pérdida de volumen en la cara y la piel flácida harán que nuestros ojos se vean mucho más hundidos. Por esta razón, la operación a la que se suele acudir para solucionar este problema es la del rejuvenecimiento de párpados.
Aunque este sea uno de los problemas más comunes, existen también otros que se pueden solucionar con las técnicas mencionadas anteriormente.
En la edad de los sesenta y setenta es cuando se muestran los signos más claros de envejecimiento. Por esta razón, se recurre a procedimientos quirúrgicos más invasivos como estiramientos faciales, levantamientos de cuello y transferencia de grasa para restablecer una apariencia equilibrada y juvenil.