El exceso de información disponible sobre el ámbito de la medicina estética genera, en muchas ocasiones, falsas creencias que distorsionan la realidad de esta disciplina médica. A todo ello se le suma verdades que se desconocen por ignorancia o por prescripciones erróneas.
Inmaculada Canterla, directora de Cosmeceutical Center, aclara la razón por la que algunas de las creencias más extendidas sobre la medicina estética son falsas y aboga por acudir siempre a profesionales médico-estéticos con formación y experiencia, que puedan ofrecer avanzadas técnicas con las que conseguir los resultados deseados.
1. ''Nunca me tocaría la cara, por miedo a quedar como esas mujeres clónicas con boca de pato, rostros congelados y pómulos de muñecas''. Esta creencia viene dada por la amplificación de casos donde ha habido un uso indebido de la medicina estética. En una sociedad en la que el 36% de la población se realiza tratamientos médico-estéticos (según los datos de la SEME) se habla muy poco de los casos de éxito, que son la mayoría, y cómo con una buena medicina estética se pueden obtener resultados muy naturales, sutiles y armónicos.
2. ''Los tratamientos de medicina estética están orientados a personas mayores''. Esta creencia es rotundamente falsa. Dentro de la medicina estética existen múltiples tratamientos orientados a pacientes con distintas necesidades. Existe un nuevo concepto de embellecer y no solo rejuvenecer, basado en la importancia de empezar pronto a cuidar la piel, para prevenir así la aparición precoz de los signos de envejecimiento. Actualmente la medicina estética de vanguardia presenta muchos tratamientos distintos para embellecer a las pacientes más jóvenes. Y es que esta medicina es, ante todo, una herramienta de prevención activa.
El exceso de información disponible sobre el ámbito de la medicina estética genera, en muchas ocasiones, falsas creencias que distorsionan la realidad
3. ''Necesito verme como me veo en mis selfies con filtro''. Según la experta, ''estamos empezando a ver un tipo de dismorfia, que ya se conoce como ''Dismorfia de Snapchat'', en la que algunas pacientes quieren que el resultado de su técnica médico-estética sea el mismo que el selfie que se hacen con el filtro de turno. Esta preocupante tendencia es muy peligrosa, pues se encuentra entre la realidad y la fantasía, y debe entenderse que la medicina moderna no puede conseguir resultados milagrosos. El tratamiento médico-estético efectivo, no es un sprint sino una carrera de fondo. Un recorrido abierto a marcha suave, sin prisa por llegar a la meta''.
4. ''Quiero la nariz o el pómulo o los labios de...''. Muchas pacientes acuden a la clínica porque quieren imitar alguno de los rasgos de su famosa preferida. En estos casos, es importante invitar a la paciente a reconocerse frente al espejo, para que pueda ver cuál puede ser su mejor yo y no el de otra persona. No es correcto fijarse solamente en un rasgo o signo a tratar, sin contemplarlo dentro de un conjunto. Los buscados labios de Angelina Jolie no sientan bien a todos los rostros. Armonizar y tratar el rostro de forma global e individual es un trabajo necesario para conseguir resultados favorecedores.
5. ''Todos los rellenos se notan y son de por vida. No quiero parecer una muñeca pepona''. Otra afirmación totalmente falsa. La medicina estética de calidad aplica los rellenos faciales respetando la expresión del paciente, evitando en todo momento que puedan verse mal o resultar perceptivos. El objetivo de los rellenos es, en general, devolver a su lugar las facciones que el tiempo ha reposicionado, como pueden ser pómulos caídos o labios que se afinan. Otra cosa, que no está dentro de la filosofía de la medicina estética de calidad, es inventarse un nuevo rostro a través de volúmenes groseros que crean rostros hinchados y además agravan la flacidez de los tejidos.
6. ''Necesito un tratamiento que valga para todo''. No existe. Un mismo problema, como puede ser la flacidez puede corresponder a varios tratamientos. En algunos casos serán complementarios y en otros serán alternativos, pero es importante dejarse asesorar. La mejor técnica es la combinación de varias técnicas. No existen tratamientos únicos que todo lo solucionan. Lo habitual es que exista la necesidad de utilizar varios tratamientos complementarios para una mayor eficacia.