Hace poco más de un mes que Cristina Pedroche al fin pudo ponerle cara a su hija Laia. La etapa del embarazo no fue fácil, ni tampoco el postparto, aunque la madrileña compartía con sus seguidores una foto sobre lo rápido que estaba recuperando su figura (y que, por cierto, resultó ser muy polémica). Sin embargo, estas primeras semanas de maternidad también le están resultando complejas.
Tal y como la modelo y presentadora ha comunicado a través de su Instagram, este período vital lleno de cambios no está siendo un camino de rosas. “Lloro mucho y la mayoría de las veces no soy capaz de verbalizar ni el porqué”. “Y aunque estoy trabajando en ello, la verdad, no me está resultando fácil”. Así nos hemos enterado de que Cristina Pedroche está viviendo momentos emocionales muy distintos y que, al mismo tiempo, no son nada fáciles.
Los cambios hormonales, físicos y la nueva responsabilidad del cuidado de un recién nacido hacen que el postparto sea una etapa en la que la salud mental de las mujeres sea muy vulnerable. Precisamente, la incidencia de la depresión postparto es elevada y, según el Instituto Nacional de Salud Mental, cerca del 15% de las mujeres experimentan este trastorno después de dar a luz. Aunque hablar de ello ayuda a visibilizar y entender un poco mejor el problema, lo recomendable es contar siempre con la ayuda profesional para identificar los síntomas y atajar la depresión postparto lo antes posible.
¿CÓMO IDENTIFICAR LA DEPRESIÓN POSTPARTO?
Hay una parte del embarazo muy idealizada, que consiste en disfrutar del crecimiento del bebé dentro de la tripa, sentir sus patadas o escuchar sus latidos… Pero no hay que dejar de tener en mente que una vez que el bebé llega a este mundo, toda nuestra atención va a ir dirigida a él y que, con ello, van a crecer nuestras responsabilidades y vamos a tener mucho menos tiempo que dedicarnos. Probablemente, nuestros planes y horarios también se trastoquen y tengamos que adaptarnos a nuevas rutinas.
El contraste con la dura realidad genera presión,estrés y sentimientos muchas veces ininteligibles por parte de la propia madre. Algunas mujeres desarrollan miedo a no poder querer al bebé o miedo a no querer cuidarle, otras lloran más de lo normal, comen en exceso o muy poquito por pura ansiedad, desarrollan un sentimiento de aislamiento social, riesgo de autolesiones e irritación prolongada. Estos son los síntomas más comunes que, si se agravan con el tiempo, es cuando deben considerarse depresión postparto.
Es muy importante entender que ni la tristeza posparto ni la depresión posparto se deben a algo que la mujer haya hecho
Asimismo, hay algunos factores de riesgo que aumentan el riesgo de desarrollar este trastorno después de haber dado a luz:
- Antecedentes de depresión durante el embarazo o con anterioridad.
- Falta de apoyos, o bien de la pareja o de la red familiar.
- Complicaciones durante el parto o postparto.
- Haber tenido un parto prematuro.
- Consumo de drogas o alcohol.
La depresión postparto no tiene una fecha fin: a algunas mujeres puede durarle unas semanas, a otras unos meses y algunos casos pueden prolongarse incluso años. Lo cierto es que no existe ningún tratamiento curativo, pero sí terapia con ayuda profesional para verbalizar el problema y ayudar a comprender nuestras propias herramientas con las que superar esa ansiedad. Es muy importante entender que ni la tristeza posparto ni la depresión posparto se deben a algo que la mujer haya hecho, sino que es un problema común que experimentan muchas mujeres y en ningún caso significa que sean malas madres.