La caspa seca aparece cuando se forman copos blancos que se desprenden con facilidad, mientras que la caspa grasa se queda pegada y va acompañada de sebo
Los cambios hormonales, las condiciones climáticas, el estrés, el tipo de alimentación y los malos hábitos pueden contribuir a su aparición, aunque en la mayoría de los casos también es muy representativo el factor genético.Sin embargo, no todos tienen claro el tipo de caspa que padecen, lo que hace que a menudo, el tratamiento no sea el más adecuado a cada caso concreto. Para que esto no ocurra, primero es necesario identificar si nuestra caspa es grasa o seca antes de elegir los productos pertinentes.
CASPA SECA
Se trata del tipo de caspa más común entre la población. En general, suele ser necesario someterse a un tratamiento capilar, ya que aparece cuando se forman copos blancos y sueltos sobre el cuero cabelludo que se desprenden con facilidad de la cabeza y el cabello.
Si padeces los síntomas que exponemos a continuación, sabrás que tu caspa es seca:
- Pelo seco y sin brillo.
- No hay inflamación.
- Descamación fina.
- Picor.
CASPA GRASA
En cambio, la caspa grasa suele ir acompañada de sebo y consiste en una especie de escamas amarillentas que se adhieren al pelo y al cuero cabelludo.
En este caso, los síntomas más característicos son los siguientes:
- Descamación más amarillenta.
- Inflamación.
- La caspa se queda pegada al pelo o al cuero cabelludo.
- Picor y escozor.
- Cuero cabelludo seborréico.
- Caída de cabello que puede convertirse en alopecia si no se trata.
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