El azúcar es el enemigo de los dientes por excelencia, sin embargo, no es el único… Y es que, algunos alimentos aunque sean saludables, también pueden dañar la salud bucodental. Así lo asegura la doctora Conchita Curull, fundadora de la Clínica Curull, quien indica que, “en gran medida, los alimentos que comemos son responsables tanto del estado de nuestra boca como del aspecto de nuestros dientes”.
Concretamente, esta especialista analiza nueve alimentos y bebidas perjudiciales para la boca y los dientes, y nos enseña cómo evitarlos:
1. Dulces y caramelos con azúcar: ambos son dañinos porque favorecen la proliferación de las bacterias causantes de las caries. Para que esto no ocurra, hay que tomar sustitutivos de los azúcares refinados. Otra opción es fortalecer el esmalte mediante la aplicación de flúor, ya que transforma la hidroxiapatita, que es el componente del esmalte, en fluorapatita que es mucho más resistente a la aparición de caries.
2. Hidratos de carbono refinados con almidón: las patatas fritas de bolsa, el pan, las pastas y las galletas saladas contienen almidón, una sustancia que se convierte en el alimento para las bacterias que provocan la caries.
3. Bebidas isotónicas y refrescos carbonatados: estas bebidas bajan el pH de la boca debido a su acidez, lo que favorece la destrucción del esmalte. Por otra parte, contienen gran cantidad de azúcar y esto aumenta el riesgo de caries. “Lo mejor es no abusar de este tipo de líquidos, tomarlos con pajita y, en la medida de lo posible, sustituirlos por agua”. Tras su ingesta, la doctora Conchita Curull recomienda no lavarse los dientes inmediatamente. “Lo ideal es dejar que la saliva neutralice la acidez, y pasada la media hora, lavarse bien los dientes, usar hilo dental y un colutorio”.
4. Hielo: morder hielo es muy perjudicial porque daña el esmalte, provoca caries e hipersensibilidad dental. Además, los cubitos de hielo son dañinos por su dureza, ya que morderlos puede conllevar la fractura de piezas dentales o de empastes.
5. Frutas cítricas: (naranjas, limones, limas y pomelos). Un alto consumo merma el esmalte por su acidez, lo que provoca un aumento de la sensibilidad dental y un mayor riesgo de caries.
6. Temperaturas extremas: los alimentos y las bebidas muy frías o calientes aumentan la sensibilidad dental porque afectan al nervio del diente o pulpa dental. Así, se deben evitar las temperaturas extremas ingiriendo sopas, caldos o infusiones templadas y sustituir las bebidas frías por bebidas del tiempo.
7. Alimentos pegajosos: pueden dañar los dientes porque en ocasiones permanecen más tiempo entre éstos al quedar atascados o pegados. Por este motivo, aumenta el riesgo de caries.
8. Sustancias que tiñen el esmalte: el café, el té negro, el kétchup, la salsa de soja, el vinagre balsámico, el vino tinto, los frutos secos con piel o los frutos rojos son alimentos, bebidas y aderezos que, aunque su consumo no conlleva ninguna enfermedad bucodental, provocan la tinción de los dientes.
9. Alcohol: es malo porque perjudica e irrita la mucosa oral y, sobre todo, es un factor de riesgo, junto con el tabaco, del cáncer oral. “No se debe abusar del alcohol y, para quien además sea fumador, lo que aconsejo es acudir al dentista un par de veces al año”, concluye la doctora.
Concretamente, esta especialista analiza nueve alimentos y bebidas perjudiciales para la boca y los dientes, y nos enseña cómo evitarlos:
1. Dulces y caramelos con azúcar: ambos son dañinos porque favorecen la proliferación de las bacterias causantes de las caries. Para que esto no ocurra, hay que tomar sustitutivos de los azúcares refinados. Otra opción es fortalecer el esmalte mediante la aplicación de flúor, ya que transforma la hidroxiapatita, que es el componente del esmalte, en fluorapatita que es mucho más resistente a la aparición de caries.
Las frutas cítricas, los alimentos pegajosos o los refrescos carbonatados son algunos de los alimentos y bebidas responsables del aspecto de nuestra boca
2. Hidratos de carbono refinados con almidón: las patatas fritas de bolsa, el pan, las pastas y las galletas saladas contienen almidón, una sustancia que se convierte en el alimento para las bacterias que provocan la caries.
3. Bebidas isotónicas y refrescos carbonatados: estas bebidas bajan el pH de la boca debido a su acidez, lo que favorece la destrucción del esmalte. Por otra parte, contienen gran cantidad de azúcar y esto aumenta el riesgo de caries. “Lo mejor es no abusar de este tipo de líquidos, tomarlos con pajita y, en la medida de lo posible, sustituirlos por agua”. Tras su ingesta, la doctora Conchita Curull recomienda no lavarse los dientes inmediatamente. “Lo ideal es dejar que la saliva neutralice la acidez, y pasada la media hora, lavarse bien los dientes, usar hilo dental y un colutorio”.
4. Hielo: morder hielo es muy perjudicial porque daña el esmalte, provoca caries e hipersensibilidad dental. Además, los cubitos de hielo son dañinos por su dureza, ya que morderlos puede conllevar la fractura de piezas dentales o de empastes.
5. Frutas cítricas: (naranjas, limones, limas y pomelos). Un alto consumo merma el esmalte por su acidez, lo que provoca un aumento de la sensibilidad dental y un mayor riesgo de caries.
6. Temperaturas extremas: los alimentos y las bebidas muy frías o calientes aumentan la sensibilidad dental porque afectan al nervio del diente o pulpa dental. Así, se deben evitar las temperaturas extremas ingiriendo sopas, caldos o infusiones templadas y sustituir las bebidas frías por bebidas del tiempo.
7. Alimentos pegajosos: pueden dañar los dientes porque en ocasiones permanecen más tiempo entre éstos al quedar atascados o pegados. Por este motivo, aumenta el riesgo de caries.
8. Sustancias que tiñen el esmalte: el café, el té negro, el kétchup, la salsa de soja, el vinagre balsámico, el vino tinto, los frutos secos con piel o los frutos rojos son alimentos, bebidas y aderezos que, aunque su consumo no conlleva ninguna enfermedad bucodental, provocan la tinción de los dientes.
9. Alcohol: es malo porque perjudica e irrita la mucosa oral y, sobre todo, es un factor de riesgo, junto con el tabaco, del cáncer oral. “No se debe abusar del alcohol y, para quien además sea fumador, lo que aconsejo es acudir al dentista un par de veces al año”, concluye la doctora.