La relación entre la salud mental y las patologías digestivas es un tema que ha generado gran interés en los últimos años. Son muchas las investigaciones científicas y observaciones médicas que han destacado cómo el bienestaremocional puede afectar directamente al sistema digestivo, desde la función intestinal hasta el microbioma. Las personas que experimentan altos niveles de estrés, ansiedad o depresión a menudo sienten repercusiones en su salud digestiva.
“En la actualidad ha cobrado especial relevancia algo que, en el ámbito médico-científico, se conoce desde hace ya bastante tiempo”, explica para Estetic.es la Dra. Susana Jiménez, experta de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) y facultativa especialista en Aparato Digestivo del Hospital Universitario Virgen de la Victoria en Málaga.
"La patología ulcerosa péptica también puede verse influida por el estrés"
El eje intestino-cerebro justifica cómo el estrés, la ansiedad y la depresión pueden alterar la motilidad intestinal, la sensibilidad visceral y la composición del microbioma, contribuyendo a síntomas digestivos, como señala la experta. Pero, ¿qué patologías son más comunes en personas con altos niveles de estrés? Para la Dra. Jiménez, destacan los trastornos como el Síndrome de Intestino Irritable (SII), que a menudo se ve exacerbado por factores emocionales.
Sin embargo, advierte que “la patología ulcerosa péptica también puede verse influida por el estrés", ya que este último puede agravar o contribuir al desarrollo de úlceras gástricas o duodenales, dadas las alteraciones en la producción de ácido gástrico que conlleva el estrés crónico.
EL BIENESTAR Y LA SALUD DIGESTIVA, UNA RELACIÓN COMPLEJA
La relación entre el bienestar emocional y la salud digestiva es más compleja de lo que puede parecer a simple vista. "Incorporar técnicas de manejo del estrés como yoga, mindfulness o terapia psicológica puede ser tan importante como el tratamiento médico en muchos pacientes con patologías funcionales", apunta. Las personas que padecen trastornos digestivos relacionados con el estrés o la ansiedad pueden beneficiarse de un enfoque integral que no solo se base en medicamentos, sino también en métodos que mejoren la salud emocional y psicológica del paciente.
En lo relativo a los mecanismos fisiológicos que explican la relación entre el estrés y los problemas digestivos, la Dra. Jiménez menciona la importancia de los cambios que se producen en el eje intestino-cerebro-microbiota. "La alteración de este eje, que incluye señales nerviosas, hormonales y del sistema inmunológico, así como la influencia del microbioma intestinal, es clave. El estréscrónico puede activar el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, aumentando la producción de cortisol y otras sustancias inflamatorias, lo que influye en el revestimiento intestinal y puede agravar condiciones como el SII", explica.
¿QUÉ SÍNTOMAS SE PUEDEN EXPERIMENTAR?
Por otro lado, los síntomas digestivos asociados al estrés pueden ser muy variados. "Son múltiples: desde dolor abdominal, distensión abdominal, náuseas o vómitos, pirosis, pesadez posprandial o alteración del hábito intestinal, entre otros". Estos síntomas pueden ser confusos para los pacientes, ya que a menudo no comprenden la raíz emocional de los problemas digestivos. De hecho, el estrés puede enmascarar o exacerbar cualquier tipo de problema digestivo preexistente, por lo que los médicos deben evaluar de manera integral a los pacientes, teniendo en cuenta su situación emocional. "Sí, puede agravar síntomas previos o añadir síntomas nuevos a patologías previas".
"El estrés emocional puede alterar el equilibrio del microbioma intestinal, afectando funciones clave como la digestión y la inmunidad"
La conexión entre bienestar emocional y salud digestiva es algo ampliamente documentado en estudios científicos relevantes en este campo. "Esta influencia está ampliamente estudiada tanto desde el punto de vista de la Gastroenterología como desde la Psicología y la Psiquiatría", destaca. "Un ejemplo claro es el estudio publicado en The Lancet Gastroenterology & Hepatology, que encontró que la terapia cognitivo-conductual dirigida al intestino era efectiva para reducir los síntomas en pacientes con SII, destacando la importancia de abordar tanto los factores psicológicos como los físicos". Además, menciona investigaciones más recientes, como un artículo en General Psychiatry (2021) que señala cómo la meditación mindfulness puede influir positivamente en el microbioma intestinal y mejorar síntomas tanto digestivos como emocionales. "El estrésemocional puede alterar el equilibrio del microbioma intestinal, afectando funciones clave como la digestión y la inmunidad”.
Con todo, la Dra. Susana Jiménez remarca la importancia de un enfoque integral que no solo trate los síntomas digestivos, sino que también aborde la salud mental. La relación entre emociones y digestión es indiscutible, y la colaboración entre distintas disciplinas médicas será clave para ofrecer un tratamiento efectivo a las personas afectadas por patologías digestivas relacionadas con el estrés y la ansiedad.