Si eres una persona deportista, ya sea profesional o amateur, es muy probable que alguna vez hayas notado síntomas de fatiga muscular.
Es normal sentir agotamiento o falta de fuerza para seguir realizando una determinada actividad física, esto sucede cuando los músculos no tienen la suficiente fuerza para continuar.
En esta situación, seguramente notes que tu respiración se acelera, aumenta tu ritmo cardíaco, tengas falta de coordinación y dolor tanto en los músculos como en las articulaciones.
Esto sucede cuando los músculos no tienen la suficiente fuerza para continuar
Seguramente, habrás intentado en más de una ocasión, incrementar el esfuerzo físico a la hora de realizar una actividad o ejercicio. Es en este momento cuando aumentan las posibilidades de sufrir fatiga muscular, ya que se somete al cuerpo a una carga desmedida.
¡Que no cunda el pánico! Se puede prevenir, y te vamos a contar cómo.
- Alimentación. Es muy importante llevar una dieta sana y equilibrada. Cuando se realiza ejercicio físico, es imprescindible dotar al cuerpo de la energía suficiente para el esfuerzo que va a realizar, ya que así el cuerpo no recurrirá a sus propias reservas de glucosa.
- Descanso. Es fundamental dormir todos los días entre 7 y 8 horas, pues el descanso favorecerá el rendimiento deportivo y así se evitará la fatiga.
- Hidratación. Beber mucha agua después de entrenar es trascendental. El almacenamiento de glucógeno va acompañado de agua, y si se retrasa el proceso de hidratación se puede reducir un 50% la resíntesis de glucógeno muscular, favoreciendo la aparición de fatiga muscular. No esperes a que aparezca la sed, pues esto será un indicativo de que ya te has deshidratado.
Es fundamental dormir todos los días entre 7 y 8 horas, pues el descanso favorecerá el rendimiento deportivo y así se evitará la fatiga
- Entrenamiento. No te propongas completar retos físicos que no puedes superar, pues son este tipo de sobreesfuerzos los que perjudican a tu organismo. Sube la carga de entreno de forma paulatina, y márcate tus propios tiempos. Además, no es recomendable entrenar diariamente, descansa un par de días a la semana para que el cuerpo pueda resetearse y ponerse a punto.
- Calentar antes y estira después. Este punto es esencial para evitar el agotamiento muscular. Siempre hay que calentar antes de entrenar y estirar una vez finalizado el entrenamiento. Es la mejor manera de evitar lesiones musculares, y mejorar tu rendimiento.
- Crema de recuperación muscular. Tras una sesión de ejercicio físico, siempre resulta beneficioso masajear la zona de tu cuerpo que has trabajado. De esta forma el músculo se relaja y se destensa y, a su vez, se combate la aparición de la fatiga muscular. Una buena opción es utilizar Kyrocream Original, ya que es específica para la prevención y recuperación de problemas musculares y articulares.
Gracias a los principios activos que presenta Kyrocream, interviene en los procesos de recuperación de las pequeñas contracturas y prevé posibles lesiones mediante su aplicación en zonas muy concretas.
Anna Rovira, directora de Outback Nature’s Pharmacy comparte un consejo dirigido tanto a deportistas amateurs como profesionales: “aplicar cremas para el masaje deportivo ayuda a preparar músculos y ligamentos, y a prevenir lesiones durante la práctica del ejercicio físico. De igual forma, las cremas también facilitan la recuperación muscular, dejándonos listos para la siguiente sesión de entrenamiento”.