Nos hemos metido de lleno en septiembre y con élno sólo ha llegado la vuelta al trabajo y a las rutinas diarias, sino que para muchos también es la vuelta al deporte. Ya sea para mitigar los efectos que el verano haya podido tener en el cuerpo, o bien porque hemos bajado el ritmo para disfrutar de las vacaciones…
El problema reside en que si no se toman una serie de precauciones, los beneficios del deporte pueden verse empañados por problemas de salud, especialmente en articulaciones y músculos. No podemos forzar a nuestro cuerpo, después de semanas de inactividad, a pasar de cero a cien en cuestión de días.
En este sentido, Elsa Genové, CEO de Vanir, nos da algunas claves para poner nuestro cuerpo a punto después del verano y ejercitarnos de forma correcta:
1. Respetar el periodo de adaptación: después de días o incluso semanas de inactividad física, no es recomendable retomar el ejercicio con entrenamientos muy intensos, grandes cargas o repetido impacto articular. Es mejor empezar de forma suave con un entrenamiento progresivo para que nuestro cuerpo no sufra. Si se trabaja con cargas, lo ideal es disminuirlas levemente o incluso trabajar con el propio peso corporal. Si somos runners, es mejor olvidarse de superar marcas y empezar por distancias cortas para que las articulaciones se aclimaten, mientras que si lo nuestro es el fitness o el crossfit, intentaremos realizar ejercicios con menor impacto articular.
2. Seguir una dieta equilibrada. En verano solemos ser más permisivos con las comidas y no atendemos tanto a las etiquetas ni elegimos los platos más saludables. Es por eso que debemos asegurarnos de que incluimos en el menú los siguientes nutrientes, recomendados para la buena salud articular y muscular: ácidos omega 3, vitamina C, magnesio, calcio, vitamina D y silicio.
3. Descansar correctamente: volver al trabajo y despedirse de las vacaciones suele ser, para la mayoría, una fuente de cansancio tanto mental como corporal. Si a eso le sumamos hacer ejercicio después del parón veraniego, no tardaremos en notarnos más cansados de lo habitual. Un buen descanso influye en el rendimiento físico y en la prevención de lesiones, y por eso, conviene respetar más que nunca las horas de sueño.
4. Calentar y estirar: es un proceso clave, pues ayuda a lubricar articulaciones ytonificar los músculos para el ejercicio físico, especialmente después de tantos días parados. Antes de empezar con la sesión de entrenamiento hay que hacer un ligero calentamiento con ejercicios suavesy movilizaciones pendularespara lubricar las articulaciones.
5. Optar por suplementos de calidad: en esta época del año no está de más incluir en nuestra dieta un plus en forma de suplementación que nos ayude alcanzar la ingesta de algunos de los micronutrientes claves para la práctica deportiva y el cuidado de las articulaciones.
El problema reside en que si no se toman una serie de precauciones, los beneficios del deporte pueden verse empañados por problemas de salud, especialmente en articulaciones y músculos. No podemos forzar a nuestro cuerpo, después de semanas de inactividad, a pasar de cero a cien en cuestión de días.
En este sentido, Elsa Genové, CEO de Vanir, nos da algunas claves para poner nuestro cuerpo a punto después del verano y ejercitarnos de forma correcta:
Seguir un entrenamiento progresivo, incluir alimentos con propiedades antiinflamatorias y tomar suplementos específicos son algunas de las claves preventivas
1. Respetar el periodo de adaptación: después de días o incluso semanas de inactividad física, no es recomendable retomar el ejercicio con entrenamientos muy intensos, grandes cargas o repetido impacto articular. Es mejor empezar de forma suave con un entrenamiento progresivo para que nuestro cuerpo no sufra. Si se trabaja con cargas, lo ideal es disminuirlas levemente o incluso trabajar con el propio peso corporal. Si somos runners, es mejor olvidarse de superar marcas y empezar por distancias cortas para que las articulaciones se aclimaten, mientras que si lo nuestro es el fitness o el crossfit, intentaremos realizar ejercicios con menor impacto articular.
2. Seguir una dieta equilibrada. En verano solemos ser más permisivos con las comidas y no atendemos tanto a las etiquetas ni elegimos los platos más saludables. Es por eso que debemos asegurarnos de que incluimos en el menú los siguientes nutrientes, recomendados para la buena salud articular y muscular: ácidos omega 3, vitamina C, magnesio, calcio, vitamina D y silicio.
3. Descansar correctamente: volver al trabajo y despedirse de las vacaciones suele ser, para la mayoría, una fuente de cansancio tanto mental como corporal. Si a eso le sumamos hacer ejercicio después del parón veraniego, no tardaremos en notarnos más cansados de lo habitual. Un buen descanso influye en el rendimiento físico y en la prevención de lesiones, y por eso, conviene respetar más que nunca las horas de sueño.
4. Calentar y estirar: es un proceso clave, pues ayuda a lubricar articulaciones ytonificar los músculos para el ejercicio físico, especialmente después de tantos días parados. Antes de empezar con la sesión de entrenamiento hay que hacer un ligero calentamiento con ejercicios suavesy movilizaciones pendularespara lubricar las articulaciones.
5. Optar por suplementos de calidad: en esta época del año no está de más incluir en nuestra dieta un plus en forma de suplementación que nos ayude alcanzar la ingesta de algunos de los micronutrientes claves para la práctica deportiva y el cuidado de las articulaciones.