Todas las mujeres tenemos unos hábitos diferentes a la hora de lavar nuestra ropa en general y nuestra ropa interior en particular. Pese a que la mayoría de las veces no le prestamos mucha atención a esta actividad, la manera en la que lavas la ropa interior puede causar afectar tu salud íntima.
Según Belén Gómez, ginecóloga del Hospital Infanta Leonor y colaboradora habitual de Chilly, ''la vagina no está protegida por piel, salvo la parte externa de los genitales (los labios mayores y menores) ya que la vagina es una mucosa. Las mucosas están mucho más expuestas y son más vulnerables a las infecciones que la piel, por eso es tan importante el ecosistema vaginal, para que las condiciones no sean favorables para el crecimiento de gérmenes exógenos''.
Aunque las infecciones vaginales pueden ser provocadas por otros muchos factores como la falta de higiene, baños públicos, relaciones sexuales, bañadores mojados e incluso por las toallas que usamos cuando nos secamos, también la técnica de lavado de nuestra lencería puede traer consecuencias, ya que la vagina es una zona extremadamente sensible.
Todas las mujeres tenemos unos hábitos diferentes a la hora de lavar nuestra ropa en general y nuestra ropa interior en particular
Entonces, ¿cómo lavar tu ropa interior para evitar infecciones vaginales? La ginecóloga Belén Gómez nos da 4 tips que deberías seguir a la hora de hacer tu colada más íntima.
1. A la hora de poner la lavadora con ropa interior, hay que tener en cuenta que, en principio, la ropa interior debe lavarse a altas temperaturas.
2. Si tenemos alguna alergia cutánea, hay que utilizar detergentes sin perfumes y es mejor evitar el uso de suavizantes. Si no tenemos alergias a detergentes o perfumes, esto no es del todo necesario, aunque siempre es recomendable usar los productos con menor cantidad de químicos para la ropa interior.
3. Cuando termine, tenemos que comprobar que no queda ningún rastro de jabón en nuestra lencería. Si es necesario podemos elegir un programa de doble aclarado o hacerlo a mano.
4. La ropa debe guardarse bien seca, dejándola secar en zonas bien ventiladas y guardarla en cuanto seque. De esta manera, evitamos el crecimiento de hongos y olor en los tejidos.
Estas técnicas de lavado nos ayudarán a prevenir irritaciones. Es importante que dediquemos tiempo a nuestra salud personal, para no exponernos a síntomas molestos. Además de tener especial cuidado con el lavado de la ropa interior, también hay que tener cuidado con nuestra higiene íntima diaria, usando productos específicos como cualquiera de la gama de Chilly. De hecho, no hay que usar geles de ducha normales, porque según la doctora Belén Gómez, ''pueden agredir el ecosistema vaginal. En cambio, un gel de higiene íntima tiene un pH más ácido (el pH de la zona íntima está entre 3,5 y 5), agentes limpiadores más suaves y además está testado bajo control ginecológico''.