“Si te cortas las puntas crece más rápido”, “lavarlo todos los días elimina la grasa en profundidad” o “si te arrancas una cana, vienen siete a su entierro”, son solo algunos de los mitos que escuchamos a diario sobre el cuidado del cabello. Sin embargo, la realidad es mucho más sencilla y lógica de lo que parece. Si quieres mejorar tu melena, te traemos los mejores consejos de la mano de Sara Diez, administradora de ReGenesis y experta en cuidado del cabello.
En primer lugar, la experta afirma que los masajes capilares fortalecen el cabello. Ya que “aumentan la circulación de la sangre a los folículos pilosos, estimulando el cuero cabelludo y previniendo la caída del pelo”. Y es que realizar un masaje regularmente, es una manera muy sencilla de mejorar la salud del cabello en general.
¿Cómo realizarlo? Para ello, coloca los dedos sobre la cabeza presionando levemente y realizando movimientos circulares. A continuación, da pequeños pellizcos estirando la raíz y presionando levemente, de este modo, aumentarás el riego sanguíneo. Puedes realizarlo con en seco, o durante el lavado con un champú.
¡Cuidado con las temperaturas! Agua tibia para lavar el cabello y fría para cerrar la cutícula.
Un segundo factor, que también afecta, es algo tan sencillo como el color natural de tu pelo. Por lo general, las personas rubias cuentan con unos 150 mil cabellos de media, mientras las castañas solo disponen de unos 110 mil, las melenas más oscuras unos 100 mil, y las pelirrojas unos 90 mil. Sin embargo, los rubios también cuentan con el tipo de folículo más fino, por lo que puede sufrir una falta de volumen que se puede estimular gracias a productos específicos.
Del mismo modo, la temperatura es un componente que afecta directamente al estado de su salud. En este sentido, el agua excesivamente caliente y los aparatos como tenacillas, planchas y secadores abren mucho las cutículas produciendo la rotura de las fibras capilares, y la sequedad del cabello.
Con el fin de evitar dañarlo y quebrarlo, Diez aconseja, “antes de aplicar el champú, empapar bien con agua tibia para abrir un poco la cutícula y comenzar a eliminar el aceite, la laca y otros residuos de productos. Si se encuentra demasiado fría, no se consigue eliminar la grasa, pero, por el contrario, una temperatura excesivamente elevada puede crear una producción extra de sebo natural. Si eres propensa al cabello graso, lo mejor es lavarse con agua tibia y aclarar con fría”.
Del mismo modo, un falso mito es aquel que dice que el agua fría durante el lavado, aumenta el brillo, un hecho que jamás se ha comprobado. En principio, el agua fría sirve para cerrar la cutícula, por eso es buena para el aclarado, sin embargo, si lo que buscamos es un cabello más brillante, lo podemos conseguir aplicando con una mascarilla adecuada.