Los productos de cuidado o de higiene personal, desde skincare hasta champús, son imprescindibles. Sin embargo, a los geles de ducha o jabones para lavar el cuerpo no se les presta la atención necesaria. Y es que pasamos por alto algunas características que nos conviene vigilar a la hora de adquirir estos artículos como es la composición química y su pH.
El pH es un mecanismo de protección clave para la salud de la piel. Aunque la piel es muy resistente, está en un constante ejercicio de equilibrio con el pH, puesto que su tarea es encontrar el balance entre la acidez y alcalinidad, de manera que puede hacer frente a las típicas agresiones a las que la piel se enfrenta a diario. Por ejemplo, una ligera acidez en la piel es clave para prevenir la proliferación de bacterias y hongos, que, a su vez, provocan infecciones. Además, ayuda a mantener una humedad necesaria para evitar la pérdida de agua y apoyar otros procesos naturales. Por el contrario, una piel muy alcalina debilita la barrera, volviéndola vulnerable a la sequedad e infecciones.
Por eso, aprender a escoger los geles de duchaque respeten el pH de nuestra piel es importante para no alterar está función y garantizar una protección adecuada. Ante ello, la dermatóloga Ana Molina (@dra.anamolina) explica cómo debemos elegir los geles de ducha para evitar irritaciones y cuidar la función barrera de nuestra piel.
“No te lavarías con un limón porque sabes que te va a irritar”
En primer lugar, introducelos oleogeles que “son geles de ducha que parecen aceite. Son jabones aceitosos que limpian, pero a la vez hidratan”, comenta Molina. A su vez, la dermatólogoa destaca los jabones de tipo Syndet: “Son jabones que tienen un pH muy similar a los de tu piel, en torno al 5.5”. Estos son los que nos interesa buscar.
En ese sentido, Ana cuenta el experimento que hace en las universidades cuando lleva tiras de pH, jabones dermatológicos, limones y con el tipo de jabón lagarto u artesanal. Y explica sus pH: los limones tienen un pH de entre uno o dos, los jabones artesanales entre nueve o doce y la piel humana de cinco, así como los geles dermatológicos.
Así, la dermatóloga trata de aclarar que el pH de los jabones artesanales se asemejan al de la lejía y el de los limones es demasiado ácido y por eso: “Al igual que no te lavarías con lejía, tampoco te lavarías frotándote con un limón porque sabes que te va a irritar”, explica Molina.
JABONES SYNDETS
Ante esta aclaración, la dermatóloga trata de explicar que debemos buscar aquellos jabones o geles de ducha con un pH similar al de nuestra piel, alrededor del cinco. Es el caso de los jabones dermatológicos, de Syndet, que Ana recomendaba anteriormente; son productos limpiadores con agentes limpiantes de un pH muy similar al de la piel humana, lo que evita alteraciones en la barrera protectora. Junto con sus propiedades emolientes y humectantes, esto los vuelve jabones adecuados para pieles sensibles.
Tal y como explica la especialista, la importancia de usar jabones de este tipo está en sus beneficios para la piel. Y es que respetan y protegen el manto lípídico, evitando lesiones y daños que se producen con otros artículos del día a día como los jabones de pH altos. El origen de este término está en su traducción al inglés, synhetic detergent, que se traduce como detergente sintético. En otras palabras, son geles libres de aceites y con un pH muy similar al de la piel humana.