Son muchos los efectos que esto provoca en el organismo alterando los biorritmos, y el sueño es uno de los aspectos que más se resiente. En este sentido, la OMS confirma que el 20% de la población sufre de forma transitoria dificultades para conciliar el sueño y permanecer dormido.
La OMS asegura que el 20% de la población sufre de forma transitoria dificultades para conciliar el sueño
Una variación en la temperatura del cuarto, que implique una bajada o subida de la temperatura del cuerpo, afecta a la calidad del sueño. De esta forma, en condiciones de calor se produce un mayor número de despertares, un sueño más ligero y una mayor vigilancia. Por todo ello, el sueño en condiciones de calor suele ser menos reparador.Por otra parte, el mantenimiento de la temperatura del cuerpo es importante para mantener el sueño y reducir el número de despertares, esdecir que las variaciones de la temperatura durante la noche pueden producir despertares. Por este motivo, los aires acondicionados ayudan a mantener el sueño, siempre que no se pongan muy bajos. De hecho, la temperatura del cuarto debe estar entre 22ºC y 26ºC.
En caso de no disponer de aire acondicionado se recomienda un ventilador con una cubitera o recipiente con agua congelada delante para refrescar el aire generado. Los expertos del la Cátedra de Investigación del Sueño de la UGR-Grupo Lo Monaco nos explican otros trucos más allá del control de la temperatura:
1. Optar por el algodón: utilizar prendas y sábanas de este material permite que la piel respire mejor y promueve la ventilación y el flujo de aire en la habitación.
2. Evitar las cenas copiosas, la cafeína y las bebidas excitantes o alcohólicas.
3. Beber mucha agua para alcanzar óptimos niveles de hidratación.
4. Apagar los dispositivos móviles para desconectar e intentar relajarse durante unos instantes antes de dormir.
5. No hacer ejercicio antes de acostarse.
6. Tomar una ducha o un baño relajante para mantener la temperatura y ayudar a conciliar el sueño.
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