Cuando llega el verano y empezamos a exponernos al sol con más frecuencia, siempre solemos tomar las medidas necesarias para protegernos de este. Pero, ¿qué pasa con el cabello? No le prestamos la suficiente atención y, sin embargo, también sufre por los estragos del verano.
De hecho, Rocío Escalante, titular de Arbosana Farmacia y experta en dermofarmacia, señala que el cloro ''provoca deshidratación en el pelo, que se vuelve seco y quebradizo''. Además, añade que este reseca el cuero cabelludo y elimina los aceites naturales del cabello.
Por otra parte, ''en lo cabellos teñidos los daños pueden ser mayores, porque al estar la cutícula más abierta, son más sensibles. Además de resecarse, el color se deteriora, al oxidarse los pigmentos'', comenta Rocío Escalante.
Asimismo, la sal del mar provoca en el cabello deshidratación. Su pH (entre 7,5 y 8,4) potencia la sequedad, haciendo que se vuelva más quebradizo y áspero y pierda su brillo natural.
Además de cuidar el cabello con determinados productos, en verano y todo el año es importante llevar una alimentación rica y variada
Entonces, antes de ir a la playa o a la piscina, ¿es necesario echarse algún producto en el cabello? ''Sí, lo aconsejamos. Además de utilizar gorras, pañuelos o sombreros, recomendamos aplicar un protector capilar para protegerlo tanto de los rayos UV (que también afectan al cabello, se vuelve más quebradizo, rompiéndose con facilidad, se modifica el color, sobre todo en los teñidos, además el cuero cabelludo se reseca y pueden aparecer irritaciones), como del cloro y la sal del mar. Estos productos, además de proteger, añaden hidratación al cabello, facilitan también el peinado'', aclara la experta.
Y después, ¿qué cuidados hay que seguir? Hay que lavarlo siempre con agua dulce y champú, para eliminar los restos tanto de cloro como de sal y arena. ''Para el verano aconsejo elegir un champú suave, de uso frecuente, o uno específico para después del sol'', detalla Rocío Escalante. Con una sola aplicación sería suficiente si lo lavamos todos los días. Y una vez a la semana, deberíamos aplicar el champú habitual según las necesidades del cuero cabelludo o del pelo.
De igual forma, dado que el principal daño del pelo en verano es la deshidratación, hay que aumentar la hidratación. ''Para ello aconsejo usar mascarillas hidratantes y reparadoras, brumas hidratantes y aceites capilares. Podemos utilizar el aceite al menos dos veces a la semana: realizar un masaje en el cuero cabelludo antes del lavado, o aplicarlo por la noche, y dejarlo actuar mientras se duerme. Después del lavado, hay que alternar unos días brumas o cremas suavizantes y otros días la mascarilla. En el caso del cabello que se enreda con facilidad, además, sería conveniente recurrir a productos que no necesitan aclarado'', declara la experta.
Además de cuidar el cabello con determinados productos, en verano y todo el año es importante llevar una alimentación rica y variada, tanto para nuestra salud, como para que la piel y el cabello estén sanos. La alimentación también influye en nuestro cabello. Esto junto a la protección y la hidratación es la clave para mantenerlo bien todo el verano. Además, es un buen momento para limitar el uso de las herramientas de calor y aprovechar a que el pelo se seque al aire libre, y descanse de planchas y secadores.