A lo largo de la vida de la mujer hay situaciones que afectan de manera importante a la calidad de vida. Una de ellas es la atrofia genital, un problema más frecuente de lo que pensamos y por el que la mujer pocas veces consulta o el profesional pocas veces pregunta.
La atrofia genital se caracteriza por el adelgazamiento del tejido vaginal. La causa principal es el descenso de los estrógenos. Esto puede deberse a causas naturales como la menopausia o la lactancia o a tratamientos médicos como la quimio y la radioterapia. Esta fragilidad produce sensación de sequedad, quemazón y molestias con las relaciones sexuales. Además, puede ir empeorando a medida que avanza el tiempo y la situación hormonal permanece igual.
Por todo ello, Medicina Estética ERES, grupo de clínicas de medicina estética basadas en Madrid, cuenta con una Unidad de ginecología especializada para la valoración de la mujer en todas las etapas de su vida: adolescencia, vida fértil y menopausia.
En este sentido, los tratamientos clásicos han sido los hidratantes vaginales y el tratamiento hormonal local. Estos tratamientos exigen a las mujeres una persistencia a veces difícil de cumplir y los resultados se ven en ocasiones a largo plazo. Actualmente existen otras tecnologías como la radiofrecuencia que nos permiten de una forma indolora y en pocotiempo conseguir una mejoría.
A lo largo de la vida de la mujer hay situaciones que afectan de manera importante a la calidad de vida
Y es que, las ondas de radiofrecuencia, mediante el aumento de temperatura local estimulan el colágeno local eincrementan la calidad, la elasticidad y la tensión del tejido. Es un procedimiento indoloro, de 20-25 min de duración y tras el cual el paciente puede incorporarse a su vida normal.
Por otro lado, hasta hace muy poco tiempo patologías como la incontinencia de orina, el descenso de los órganos pélvicos, la atrofia vaginal y otras consecuencias de los partos o del paso de los años, se asumíancomo ''naturales'' y se convivía con ellos de una manera incómoda.
Entre las causas que con más frecuencia dañan el suelo pelvico están: los partos, la obesidad, trabajos muy físicos o los deportes de impacto. Esto, unido a otros posibles factores, va a hacer que la musculatura del suelo de la pelvis no sea capaz de retener la orina y ocurran los escapes. Sucederá al realizar un esfuerzo y aumentar la presión dentro del abdomen. A veces ocurre con grandes esfuerzos tipo un estornudo o un ejercicio de alta intensidad pero puede suceder con pequeñas actividades de la vida diaria y llegar a ser muy limitante.
Por ello, es importante que un profesional valore la incontinencia rinaria y descarte otras causas posibles que resten eficacia al tratamiento que planteamos. Si se trata de una incontinencia de esfuerzo el fortalecimiento del suelo pélvico va a ser un punto fundamental en el tratamiento. Se puede hacer solo o combinado con tratamiento para atrofia.