La llegada del otoño supone una dura prueba para el cabello -y este año más que nunca-. A la caída estacional y normal propia de esta época, se unen un cuero cabelludo especialmente sensibilizado y deshidratado después del verano y las consecuencias directas del coronavirus.
Por ello, desde Leonor Greyl nos dan 5 claves para frenar la caída estacional.
1. Una buena higiene capilar, el primer paso. Lavar el cabello con regularidad es imprescindible para conservar un cuero cabelludo sano y bien oxigenado. La fricción con el champú no provoca caída capilar: el pelo que se cae durante el lavado y el peinado se ha desprendido de su bulbo varias semanas antes. Es recomendable lavar el pelo con regularidad con un champú suave y elegido siempre en función del estado del cuero cabelludo.
2. Aprende a aplicar el champú. Hazlo sin frotar y evitando estimular las glándulas sebáceas para que el cuero cabelludo no se vuelva graso. Coloca los dedos en posición plana formando medio círculo en torno al cráneo y masajea suavemente el cuero cabelludo durante un minuto desde delante hacia atrás. Después, aclara muy bien el cabello y finaliza con agua fría para estimular aún más la circulación sanguínea y aportar brillo a la melena.
Lavar el cabello con regularidad es imprescindible para conservar un cuero cabelludo sano y bien oxigenado
3. Seca la cabeza boca abajo. La activación de la necesaria microcirculación del cuero cabelludo empieza en el secado. Coloca la cabeza hacia adelante y seca el cabello con la cabeza hacia abajo para estimular la circulación sanguínea y los impulsos nerviosos hacia el cuero cabelludo. ¡Y si tienes el cabello fino, así ganarás volumen!
4. Cepilla y masajes antes de acostarte. Que no te pueda la pereza, cada noche cepilla tu melena para eliminar la suciedad acumulada durante el día y después realiza un masaje en el cuero cabelludo durante 2 minutos. Hazlo con la cabeza hacia abajo, sentada, con los codos sobre una superficie plana y las manos colocadas en los laterales de la cabeza. Mueve el cuero cabelludo sin friccionar y sin usar las uñas. Con esto, además de estimular la circulación y favorecer que los nutrientes nutran el folículo piloso, permitirás desintoxicar el cuero cabelludo, eliminar las células muertas y favorecer el sueño.
5. Dos veces al año, haz una cura de vitaminas. En otoño y en primavera refuerza una dieta sana y equilibrada con una cura de vitaminas para fortalecer el cabello. Las vitaminas del grupo B son las más importantes: la B3 (mejora la circulación sanguínea en el cuero cabelludo), la B1 (favorece la transmisión de los impulsos nerviosos y el crecimiento) y las vitaminas B5, B6 y B12 (previenen la caída del cabello). Por su parte, las vitaminas A y C protegen la fibra capilar contra las agresiones externas. Y los minerales y los oligoelementos (potasio, zinc y hierro) favorecen la oxigenación del cuero cabelludo y el crecimiento del cabello.