La celulitis orbitaria es una infección que tiene lugar en la órbita del ojo, el espacio hueco dentro de cráneo. Puede ser provocada por golpes, como son las picaduras, lesiones oculares o infecciones contiguas en la cara. Es una infección de la grasa y de los músculos que rodean al ojo, afectando a los párpados, e incluso a las cejas o mejillas. Tiende a ser resultado de una infección que ha empeorado gradualmente, aunque también puede parecer repentinamente.
Tiene un alto riesgo a propagarse rápidamente, por eso conviene tratarla de manera temprana para evitar posibles complicaciones como meningitis o abscesos.
¿QUÉ CAUSA LA CELULITIS ORBITARIA?
Esta infección tiene su origen en una bacteria que se propaga desde los senos paranasales. Existen algunos factores de riesgo como la sinusitis, las infecciones en el párpado o traumas en esa zona, que pueden aumentar las probabilidades de contraerla. Algunos de los traumatismos que causan este tipo de infecciones son las picaduras de insectos, mordeduras de animales o chalaziones.
Cabe destacar que no es una enfermedad contagiosa, aunque puede venir dada de sinusitis o infecciones de la zona prenasal. La conjuntivitis, infecciones dentales o en los canales lagrimales también son formas de contraer esta afección.
Las infecciones sinusales pueden propagarse a los ojos y provocar la celulitis orbitaria
Tanto adultos, como niños pueden experimentar esta infección. Especialmente estos últimos, que tienden a ser propensos a las infecciones como la sinusitis y debido a la delicadeza de su estructura ocular
SÍNTOMAS
Los expertos señalan que ante los primeros síntomas se busque atención médica lo antes posible para comenzar con el tratamiento enseguida y prevenir su propagación. La hinchazón y enrojecimiento del párpado son los primeros síntomas en los que la celulitis orbitaria se presenta. Entre otros de sus síntomas encontramos:
- Dolor en el contorno de ojos y cefaleas
- Presencia de fiebre
- Malestar general
- Sinusitis o secreción nasal
- Infección en el ápex orbitario y senos prenasales
- Visión doble o pérdida de la visión
¿CÓMO SE CURA LA INFECCIÓN?
Para deshacernos de esta infección conviene acudir a un especialista en primer lugar. El uso de antibióticos vía intravenosa es el primer paso para combatir esta molesta bacteria. Sin embargo, la gravedad y tratamiento puede variar según el paciente y grado de infección. De manera que, una vez iniciado el tratamiento con antibióticos, los síntomas pueden comenzar a presentar mejorar una vez trascurridas las primeras 48 o 72 horas.
No obstante, en los casos más graves se puede requerir una intervención quirúrgica para drenar el absceso cuando el tratamiento farmacológico no funciona.
Otro tratamiento puede ser el uso de esteroides para atenuar los efectos de la inflamación tras varios días de infección. Y analgésicos para aliviar el dolor y las molestias que tiende a presentar en la zona ocular.
PREVENCIÓN
Para prevenir que se produzca esta afección, es conveniente que acudir a un profesional ante cualquier señal de inflamación para frenar la extensión de la infección. En caso de practicar actividades de deportivas o laborales que supongan un riesgo para los ojos, es recomendable usar equipamiento de seguridad para prevenir cualquier traumatismo.