“Tienes cáncer de mama” es posiblemente una de las frases más temidas por las mujeres y, sin embargo, escucharla es más común de lo que nos podemos imaginar. Asumirlo no es fácil, pero se ha convertido en una realidad cada vez más frecuente.
El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común en todo el mundo, superando ya al de pulmón o próstata. Concretamente en España es el más diagnosticado, solamente en el año 2022 se identificaron un total de 34.750 casos.
Además, los datos hablan por sí solos y la importancia en identificarlo de manera precoz es una necesidad. Según los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer de mama es el responsable del 6.9% de las muertes a nivel mundial. La edad más frecuente para sufrirlo son los 50 años, aunque aproximadamente un 10% de los casos se diagnostican en mujeres menores de 40 años.
Pese a que las cifras parecen preocupantes, lo cierto es que la tasa de supervivencia del cáncer de mama es del 86% a los cinco años de haber sufrido la enfermedad. ¿Qué es realmente el cáncer de mama? ¿Cuáles son sus síntomas? ¿Cómo será el tratamiento? ¿Es necesaria la operación?
El cáncer de mama es el principal tipo de cáncer más común en todo el mundo, superando ya al de pulmón o próstata
“El cáncer de mama consiste en la proliferación acelerada e incontrolada de células del epitelio glandular. Son células que han aumentado enormemente su capacidad reproductiva”, explican desde la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Se trata de un tumor que puede aparecer tanto en mujeres como en hombres, pero más del 99% de los casos ocurre en mujeres.
El síntoma más frecuente que podría hacernos activar todas las alarmas es observar la presencia de un nódulo palpable en una de las mamas. En ese caso, lo recomendable es consultar al ginecólogo para iniciar un estudio más detallado.
También se pueden identificar otros síntomas como el cambio del tamaño de alguna de las mamas, alteraciones en la piel de alrededor con la aparición de ulceras o cambios en el pezón.
FACTORES DE RIESGO
Desde la SEOM aclaran que las causas que producen un cáncer de mama aún no han sido claramente identificadas, pero que si existen una serie de factores de riesgo. “La edad es el principal factor de riesgo. La obesidad. El consumo de alcohol. La genética y los antecedentes familiares. El uso de la terapia hormonal después de la menopausia. Factores como la aparición temprana de la primera regla o la menopausia tardía y la exposición a radiaciones ionizantes”.
IMPORTANCIA DE UN DIAGNÓSTICO PRECOZ
Al tratarse de un cáncer tan frecuente entre las mujeres, su detección temprana es fundamental para poder tratarlo de manera precoz. A pesar de los avances diagnósticos y terapéuticos, su pronóstico sigue dependiendo principalmente de la extensión de la enfermedad en el momento de la detección.
La mamografía se ha consolidado como la prueba más efectiva para diagnosticar la enfermedad.
Después del tratamiento, el seguimiento debe hacerse cada 4-6 meses los 5 primeros años y luego de forma anual
En este sentido, realizarse una autoexploración mamaria también es muy importante para hacer frente a la enfermedad. Lo recomendable es realizarse una autoexploración cada mes, sobre todo si nos encontramos en la edad de mayor riesgo. ¿Cómo hacerla? Desde QuirónSalud nos enseñan cómo:
Levanta los brazos sobre la cabeza e inspecciona ambos senos buscando cualquier anormalidad, como expulsión de líquidos por el pezón, pliegues, hoyuelos, piel con aspecto anaranjado o escamoso, o algún bulto.
Después, presiona las manos fuertemente sobre las caderas e inclínate ligeramente hacia el espejo. Reclínate mientras empujas los hombros y codo hacia delante, estos dos movimientos realizarán cualquier cambio en el contorno del pecho.
Comienza por tu mama derecha. Examínate con la yema de los dedos de tu mano izquierda, presiona suavemente con movimientos circulares, de dentro hacia fuera, en el sentido de las agujas del reloj.
Palpa buscando la presencia de masas o puntos dolorosos
A continuación, pasa a la axila. Tócala con tus yemas, haciendo movimientos circulares, para detectar zonas blandas, masas, engrosamiento o abultamiento bajo la piel.
Por último, el pezón. Sin cambiar de posición, presiónalo de forma suave y observa si se produce alguna secreción o sangrado.
TRATAMIENTO
El tratamiento del cáncer de mama debe individualizarse y se basa en múltiples factores. El más habitual es la cirugía y puede ser de tres tipos:
Tumorectomía: cuando se extirpa solamente el tumor.
Cuadrantectomía: cuando sólo se extirpa la zona de la mama donde se localiza el tumor.
Mastectomía: cuando se extirpa toda la mama.
Sin embargo, la cirugía no es suficiente y tiene que ir acompañada de otros tratamientos como la radioterapia, quimioterapia, hormonoterapia o terapias dirigidas.
¿Y después del tratamiento? Se debe seguir realizando un seguimiento. El seguimiento debe hacerse cada 4-6 meses los 5 primeros años y luego de forma anual.
EL FUTURO
¿Hacia dónde vamos? Los expertos siguen avanzando en la búsqueda de nuevas fórmulas de tratamiento y diagnóstico.
En cuanto al pronóstico, aunque se siguen registrando muchos casos cada año, lo cierto es que en España la tasa de mortalidad es más baja que en otros países y la supervivencia es de un 86%.