La caída estacional del cabello es un proceso natural que se produce como parte del ciclo de crecimiento capilar. A lo largo del año, el cabello pasa por tres fases: crecimiento (anágena), reposo (catágena) y caída (telógena). Durante el otoño, el cuerpo se adapta al cambio de estación y, como resultado, muchos experimentan una mayor caída del cabello, un fenómeno que, aunque puede resultar alarmante, generalmente no es motivo de preocupación.
La Dra. Cristina Morante, experta en medicina capilar de IMLClinic, explica que este tipo de caída, conocida como “caída estacional” o “muda del cabello”, es parte de la muda normal de los mamíferos y varía en intensidad según el grosor y la densidad del cabello.
La alopecia telógena puede durar seis meses o más y, si no se trata adecuadamente, puede llevar a una pérdida de cabello más extensa
La Dra. Morante subraya que, si bien la caída estacional es temporal, hay momentos en que esta caída puede volverse más persistente o intensa, lo que podría indicar una alopecia telógena. Esta forma de caída del cabello es más prolongada y puede deberse a diversos factores, tales como:
- Estrés. Situaciones de ansiedad pueden desencadenar la caída del cabello.
- Cambios hormonales. Alteraciones hormonales pueden influir en la salud capilar.
- Deficiencias nutricionales. La falta de nutrientes esenciales puede afectar el crecimiento y la fortaleza del cabello.
La caída estacional suele durar entre uno y dos meses y no requiere tratamiento médico específico. En contraste, la alopecia telógena puede durar seis meses o más y, si no se trata adecuadamente, puede llevar a una pérdida de cabello más extensa.
Para ayudar a combatir la caída estacional y revitalizar el cabello, la Dra. Morante ofrece varios consejos preventivos. Es fundamental reforzar la nutrición, incluyendo en la dieta vitaminas como A, D, E y biotina, así como minerales como hierro, zinc, selenio y magnesio, que son esenciales para el crecimiento capilar. Mantener una dieta equilibrada o complementarla con suplementos puede marcar una gran diferencia en la salud del cabello.
Además, tras los meses de verano, es importante nutrir y fortalecer el cabello utilizando productos específicos, como mascarillas hidratantes y champús suaves, que ayuden a reparar el daño causado por el sol, el cloro y la sal.
Por otro lado, el control del estrés es clave, ya que la vuelta a la rutina laboral puede aumentar los niveles de ansiedad, lo que a su vez puede agravar la caída del cabello. Incorporar técnicas de relajación, meditación y ejercicio regular puede ser crucial para mitigar este efecto negativo.
En casos más severos, donde la caída es más pronunciada, tratamientos profesionales como la mesoterapia capilar y la fototerapia pueden ser opciones efectivas para regenerar el cabello debilitado y prevenir la caída.
Si la caída del cabello persiste más allá de lo esperado, es aconsejable consultar a un especialista
Si la caída del cabello persiste más allá de lo esperado, es aconsejable consultar a un especialista. Entre los tratamientos recomendados se encuentran:
- Mesoterapia capilar. Consiste en la administración intradérmica de soluciones que contienen vitaminas, minerales y aminoácidos, fortaleciendo el cabello desde la raíz.
- Infiltración de péptidos biomiméticos (HairFiller). Utiliza ácido hialurónico y péptidos para revitalizar los folículos pilosos y promover el crecimiento capilar.
- Carboxiterapia capilar. Mejora la microcirculación del cuero cabelludo mediante inyecciones subcutáneas de CO2, activando factores de crecimiento.
- Fototerapia. Aplica un láser de baja frecuencia en el cuero cabelludo para activar la circulación y mejorar la salud de los folículos.
“Con una buena rutina de cuidado capilar y el asesoramiento de un experto, los pacientes pueden ver una mejora significativa en poco tiempo, tanto en casos de caída estacional como en alopecia telógena”, concluyela Dra. Morante.