Ejercitar los brazos no solo ayuda a mantenerlos bien torneados, sino que, además, contribuye a paliar los dolores de cervicales y las consecuencias derivadas de la inactividad.
Es el momento, en casa, para tomar buena nota de los consejos que nos da Carmen Navarro y ponerlos en práctica. Después vendrá el momento de reforzarlo con el tratamiento recomendado en cabina.
1. Estiramientos saludables. Lo ideal es realizar una combinación de estiramientos y ejercicios. Hay muchos recursos que pueden ayudarnos. El modo más completo de movilizar los brazos y a la vez conseguir equilibrar cuerpo y mente y calmar la ansiedad es realizar pequeñas asanas de yoga.
En las redes hay multitud de posibilidades y tutoriales que se pueden seguir de manera gratuita para todos los niveles. Si acudes normalmente a practicar este tipo de técnica, no dejes de practicarla en casa, al igual que el pilates. Lo ideal es realizarlo bajo una ventana, en el balcón o, las que podáis en el patio o el jardín; a primera hora de la mañana, para estimular el organismo y ayudarlo a afrontar el día con más energía, y así contribuir a que la luz diurna equilibre el sistema endocrino y despierte las llamadas hormonas del bienestar.
Ejercitar los brazos no solo ayuda a mantenerlos bien torneados, sino que, además, contribuye a paliar los dolores de cervicales
2. Tareas amigas. Otra forma fantástica de mantener los brazos en forma es realizar las tareas de la casa, como planchar, fregar, barrer, etc., con unas pesas en forma de brazalete colocadas en las muñecas. Si no tienes, puedes fabricártelas con ayuda de una bolsa pequeña rellena de arroz, sal gorda, bolitas de pasta… (entre 250 y 500 gr) y sujetarla a la muñeca con ayuda de cinta americana.
¿Más ideas? Haz series de ejercicios con dos bricks de litro en cada mano; eleva los brazos por encima de la cabeza, estíralos hacia los laterales, llévalos hacia detrás y hacia delante, acompasando siempre la respiración. Si además de fortalecer los brazos, quieres mantener los senos firmes, hazte con una pelota de tenis (también lo puedes hacer sin pelota pero es menos eficaz), con el tronco y los hombros rectos, junta las palmas de las manos a la altura del esternón, aprieta y afloja en series de 10.
3. Mimos de belleza. Ahora es también un buen momento para someterlos a un ritual de belleza casera. Comienza por exfoliar. Haz una mezcla con sal gorda y unas gotas de aceite de argán, almendras dulces, rosa mosqueta..., incluso aceite de oliva; aplica por zonas bajo la ducha sobre la piel húmeda (no choreando), ejerciendo masajes circulares. Además de retirar la piel muerta y eliminar pequeños granitos, estarás estimulando la circulación linfática y sanguínea. Recuerda insistir en los codos. Aclara y embadúrnate con una buena crema corporal. Si tienes los codos muy rugosos y oscuros, frótalos con medio limón dos veces al día; su jugo es rico en vitamina C, que ayuda a aclarar.
Otra forma fantástica de mantener los brazos en forma es realizar las tareas de la casa
4. Mascarilla casera. Carmen Navarro recomienda una mascarilla sencilla para reafirmar la piel de los brazos a base de aceite de coco que, además de ser un ingrediente muy nutritivo e hidratante, es un poderoso reafirmante y ayuda a combatir la celulitis de la zona. Para hacerla, solo debes mezclar media taza de aceite de coco con una cucharada sopera de manteca de karité, que habrás derretido previamente al baño María. Una vez se enfríe la mezcla, aplícatela sobre la piel de los brazos dándote pequeños masajes circulares, ejerciendo una ligera presión con las yemas de los dedos para que el producto penetre mejor. Deja actuar 10 minutos y aclara con abundante agua fría.
¿El motivo de su eficacia? El coco tiene un poderoso efecto antioxidante gracias a la vitamina E que contiene y a sus proteínas que nos ayudan a mejorar la salud de nuestras células y, por lo tanto, a reparar los tejidos. Pero no olvides que estamos hablando de una zona, los brazos, en la que se refleja especialmente el envejecimiento. Para combatirlo existen también ejercicios muy sencillos de realizar en casa que te ayudan a fortalecer y tonificar la musculatura. Las alas de murciélago, o también conocidos como los brazos salero, son además consecuencia de cambios bruscos de peso y de dietas cargadas de alimentos procesados que debes evitar. Si a pesar de todos estos consejos no consigues tus objetivos, existen tratamientos en cabina realmente eficaces y con grandes resultados.
5. Infusiones aliadas. En tus momentos de relax combina las infusiones que mejor se adapten a las carencias que notas en tus brazos. Si lo que buscas es quemar grasa, la cafeína acelera el torrente sanguíneo y acaba con las reservas de grasa acumulada. Cuando el objetivo es reafirmar, toma zumo vegetal de arándano negro, que tensa, reafirma y recupera el tono. Para aumentar el tono muscular, el jengibre estimula los receptores termosensibles de la zona y el riego sanguíneo. Cuando buscamos producir colágeno y elastina, busca infusiones enriquecidas en vitamina E por su acción antioxidante.
EN CABINA
El tratamiento más revolucionario es Medestec, el regenerador natural. Método que trabaja con diatermia, tecnología que calienta los tejidos nutriendo desde el interior, mejorando la firmeza de la piel de los brazos, favoreciendo la circulación sanguínea y linfática, y combatiendo las temidas alas de murciélago. Y es que, se genera un efecto vasodilatador, que activa la circulación de la sangre, lo que nutre y produce una revitalización celular, en la zona tratada, mejorando la tonicidad y elasticidad, disminuyendo la grasa y generando cambios importantes en tono e hidratación de la piel. Mejora de manera inmediata la apariencia de la piel, combatiendo gradualmente la flacidez, celulitis y adiposidades.