Actualmente, el cáncer es la segunda causa de muerte en nuestro país (después de las enfermedades cardiovasculares). Es más, los estudios estadísticos apuntan a que, en los próximos años, dos de cada tres europeos van a padecer cáncer, y desde la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) aseguran que en España habrá unos 150.000 nuevos casos anuales de los diferentes tipos de cáncer.
Sin embargo, también es verdad que los tratamientos contra esta enfermedad han avanzado mucho y que el índice de supervivencia es cada vez mayor (gracias a los planes sanitarios de detección precoz y a la evolución de los diferentes tratamientos empleados y desarrollados).
En este sentido, debido a estos tratamientos oncológicos, se producen importantes cambios, no solo a nivel de la piel (calidad, manchas, telangiectasias), uñas y pelo, sino también a nivel corporal (pérdida o ganancia de peso, cambios en la distribución de la grasa, elasticidad de la piel, telangiectasias corporales, cicatrices, etc). Estas secuelas suelen afectar anímicamente a quienes las sufren, ya que suponen un recuerdo permanente de lo que han pasado.
Los tratamientos contra esta enfermedad han avanzado mucho y que el índice de supervivencia es cada vez mayor
''El objetivo es que recuperen el aspecto y bienestar que tenían antes del diagnóstico, siempre en comunicación y bajo supervisión de su oncólogo y respetando los tiempos prudenciales desde el último tratamiento oncológico'', recalca Yolanda Albelda, directora de la clínica que lleva su nombre.
Por ello, la medicina estética no solo juega un papel importante a la hora de ayudar a estos pacientes a recuperar su imagen anterior, con lo que ello supone en la mejora de su calidad de vida y de la autoestima, evitando así estigmatizaciones sociales, sino que también puede ser vital en la detección precoz de la enfermedad.
''Al realizar la historia clínica del paciente (anamnesis) se puede hallar algún cambio físico durante la exploración (tos o ronquera persistente, dolor persistente, sangrado anormal, pérdida de peso injustificada, úlcera o herida con problemas de cicatrización, una mancha o lunar que cambia de forma, tamaño o color). Cuando esto sucede remitimos inmediatamente al paciente al oncólogo para confirmar o descartar el diagnóstico'', señala Yolanda Albelda.
Pero además de contribuir al bienestar del paciente una vez superada la enfermedad, la oncoestética logra minimizar los efectos secundarios de los tratamientos para combatir el cáncer y ayuda al paciente a una mayor adherencia al mismo.
''Actualmente, según la SEOM, el 5% de la población sobrevive al cáncer gracias a las nuevas terapias hormonales sustitutivas, que hacen que muchos de los pacientes con cáncer se conviertan en enfermos crónicos, que seguirán con sus tratamientos durante largos periodos de tiempo. Estos pacientes tienen todo el derecho no solo a recuperar su imagen anterior en la medida de lo posible, sino también a alcanzar la mayor calidad de vida posible'', añade Yolanda Albelda.
La oncoestética logra minimizar los efectos secundarios de los tratamientos para combatir el cáncer y ayuda al paciente a una mayor adherencia al mismo
Así pues, hay algunos tratamientos oncoestéticos que pueden hacerse antes del inicio de la terapia oncológica, durante la misma y después, como la Radiofrecuencia Médica Indiba (que tiene aprobación FDA para ello), tanto a nivel facial como corporal, así como tratamientos calmantes, hidratantes y nutritivos que ayuden a la piel a mantenerse mejor. Por otro lado, para mejorar el estado de la piel puede recurrirse al Crono Rejuve (que se podrá realizar antes, durante y después del tratamiento oncológico, adaptando los principios activos al estado de la piel).
Asimismo, después de finalizado el tratamiento oncológico (y siempre con la aprobación del médico) pueden realizarse varios tratamientos para combatir las secuelas de las intervenciones y terapias, como las marcas y cicatrices que quedan tras las operaciones, que pueden minimizarse con Legato y carboxiterapia.
Para tratar los cambios corporales consecuencia del tratamiento oncológico puede recurrirse al Accent Prime.También pueden realizarse peelings químicos (uperficiales y medios) después del tratamiento oncológico, así como IPL para tratar las manchas y telangiectasias faciales y corporales.
También, la toxina botulínica es muy eficaz para tratar las arrugas dinámicas, así como ciertas parálisis faciales originadas por intervenciones quirúrgicas, aunque es conveniente esperar un tiempo prudencial tras el alta médica.
La micropigmentación para reproducir pelo a pelo las cejas que pueden perderse a consecuencia de la quimioterapia puede realizarse después del tratamiento oncológico, o con anterioridad (para que, si cae el vello nunca llegue a verse la ceja totalmente despoblada dejando el rostro sin su expresión habitual).