Todos conocemos la importancia de practicar deporte para nuestra salud. Sin embargo, no siempre lo practicamos tanto como deberíamos. Hacer deporte es una de las maneras más saludables que tenemos de mantenernos en forma y de seguir un estilo de vida saludable.
BENEFICIOS DEL DEPORTE
Entre los principales beneficios de practicar deporte para la salud se encuentran los siguientes:
Ayuda a controlar el peso. Junto con la dieta, el ejercicio desempeña un papel importante en el control del peso y la prevención de la obesidad.
Reduce el riesgo de enfermedades del corazón. El ejercicio fortalece el corazón y mejora la circulación.
Mejora de la salud mental y el estado de ánimo. Durante el ejercicio, el cuerpo libera sustancias químicas que pueden mejorar su estado de ánimo y generar sensación de relajación.
Mejora el sueño. El ejercicio puede ayudar a conciliar el sueño más rápidamente y a permanecer dormido durante más tiempo.
Mejorar la salud sexual. El ejercicio regular puede reducir el riesgo de disfunción eréctil (DE) en los hombres y puede ayudar a mejorar su función sexual. En las mujeres, el ejercicio puede aumentar la excitación sexual.
Ayuda a mantener la agudeza del pensamiento. Estimula la liberación de proteínas y otras sustancias que favorecen el funcionamiento del cerebro.
Todo esto está muy bien, sin embargo cuando llega la hora de la verdad nos cuesta más de lo que nos imaginamos ponernos a practicarlo. Sobre todo después de haberlo abandonado durante meses, como suele suceder en el verano.
Hacer deporte es una de las maneras más saludables que tenemos de mantenernos en forma y de seguir un estilo de vida saludable
“Volver a la rutina deportiva es prácticamente empezar desde cero y, un sobreesfuerzo, o intentar hacer lo que hacíamos antes del parón, puede ser una mala idea”, afirma Brian Ferreira, Training manager de la cadena de centros de entrenamiento Distrito Estudio.
En este sentido, el técnico ofrece tres claves para hacer la vuelta a la rutina más llevadera:
1. Empieza desde cero. Lo mejor es comenzar la semana con una rutina simple, como si fuese la primera vez que practicábamos ejercicio, pero con menos peso e intensidad de lo que lo hacíamos. Lo ideal es ir adaptando al cuerpo poco a poco.
2. Combina ejercicios de fuerza con los de cardio. La combinación entre ambas rutinas es esencial. “La fuerza nos ayudará a fortalecer nuestros músculos, proteger las articulaciones, adaptar los tendones a la carga de trabajo y a quemar más calorías a largo plazo” añade el experto de la cadena Distrito Estudio.
3. Dar importancia a la frecuencia del entrenamiento y duración. El entrenador recomienda empezar con dos días a la semana e ir añadiendo minutos cada día a la rutina y días de entrenamiento.