Aunque su uso para tratar dolencias y reducir los síntomas de algunas enfermedades es ya muy extendido, todavía existe mucha gente que no conoce qué es la balneoterapia y cuáles son los beneficios que proporciona.
Se trata de una intervención terapéutica compleja con un amplio espectro de modalidades terapéuticas que incluye: recursos hidrominerales (aguas minerales, diferentes gases y peloides naturales) y recursos complementarios (médicos, paramédicos, educativos). Se utiliza bajo prescripción médica con fines preventivos, curativos y rehabilitadores.
Según Rosa Meijide Failde, catedrática de Hidrología de la Escuela de Fisioterapia de la Universidad de A Coruña y que ha estado presente en la 19ª Feria Internacional del Turismo Termal, Salud y Bienestar, ''Termatalia'', entre las enfermedades que puede tratar están: artrosis, osteoartritis de rodilla y manos, poliartrosis, lumbalgia crónica, fibromialgia y síndromes de dolor miofascial, afecciones de tejidos blandos y reumatismos inflamatorios.
La balneoterapia es efectiva como terapia complementaria en el tratamiento de las enfermedades músculo-esqueléticas
Pero, ¿cuál es realmente la evidencia científica de la balneoterapia en las enfermedades reumáticas? En cuanto a la artrosis de rodilla, los estudios demuestran que hay una mejoría del dolor, mejoría de la movilidad y capacidad funcional, mejoría de la calidad de vida, disminución del consumo de fármacos, y persistencia de la mejoría a las 16 semanas-6 meses.
En la artrosis de manos, la balneoterapia consigue también una mejoría del dolor, mejoría de la movilidad y capacidad funcional, mejoría de la calidad de vida, una disminución del consumo de fármacos, y una mejoría a corto y largo plazo. Además, no produce efectos secundarios.
En lo que se refiere a la lumbalgia, los estudios demuestran que la balneoterapia consigue los mismos efectos que en la artrosis de rodilla y manos, y una persistencia de la mejoría a los 3 y 6 meses.
Por otro lado, en la fibromilagia se produce una mejoría del dolor y calidad del sueño y una disminución del dolor en los puntos gatillo. También hay una mejora del estado general de salud, de la ansiedad, y de la función de la capacidad aeróbica. A su vez, se reduce el consumo de fármacos y la persistencia de la mejoría va desde los 3 A 6 meses.
En definitiva, se podría decir que la balneoterapia es efectiva como terapia complementaria en el tratamiento de las enfermedades músculo-esqueléticas y que, además, representa un complemento al tratamiento farmacológico o una alternativa para pacientes que no toleran fármacos.