El cáncer de mama es el segundo tumor más diagnosticas en España, tan solo por detrás del cáncer de colon. Además, es el más frecuente entre las mujeres, dejando cada año más de 30.000 casos confirmados. Según los datos del último estudio de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2022 se diagnosticaron 34.750 mujeres con cáncer de mama, mientras que su mortalidad fue muy inferior, por lo que su prevalencia a los 5 años fue de 144.233 en 2020.
Al tratarse de un tumor tan frecuente, es fundamental un diagnostico precoz. Tal y como señalan desde el Centro para el control y la prevención de enfermedades (CDC), estas son las pruebas adicionales que más utilizan los médicos para identificarlo.
- Ultrasonido mamario. Una máquina que usa ondas de sonido para producir imágenes, llamadas sonogramas, de áreas dentro de la mama.
- Mamografía de diagnóstico. Es la típica radiografía, pero en esta ocasión centrada exclusivamente en la mama. Sirve para examinarla y detectar posibles bultos o cualquier anomalía sobre la misma.
Según los datos del último estudio de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2022 se diagnosticaron 34.750 mujeres con cáncer de mama
- Imagen por resonancia magnética (IRM) de las mamas. Un tipo de escaneo del cuerpo que usa un imán conectado a una computadora. La resonancia magnética creará imágenes detalladas de áreas dentro de la mama.
- Biopsia. Prueba en la que se extirpa tejido o se saca líquido de la mama para estudiarse bajo el microscopio o para hacer más pruebas.
AUTOEXPLORACIÓN
Además de estas pruebas, la autoexploración de las mamas también es una gran manera de conocer el estado de las mismas. Simplemente observándolas y tocándolas se podrían apreciar los cambios que hagan saltar todas las alarmas. ¿No sabes cómo debes examinarlas?
Desde QuironSalud recomiendan realizarse una autoexploración cada mes. Se puede hacer ejerciendo presión de fuera hacia dentro, de la mama hacia el pezón. Realizando movimientos verticales en zig-zag sobre la mama. Realizando movimientos circulares en espiral.
Posición de pie. Para este tipo de exploración colócate frente al espejo del baño o de la habitación, busca un espacio donde estés cómoda, libre de ruidos, distracciones e interrupciones.
Levanta los brazos sobre la cabeza e inspecciona ambos senos buscando cualquier anormalidad, como expulsión de líquidos por el pezón, pliegues, hoyuelos, piel con aspecto anaranjado o escamoso, o algún bulto.
Después, presiona las manos fuertemente sobre las caderas e inclínate ligeramente hacia el espejo. Reclínate mientras empujas los hombros y codo hacia delante, estos dos movimientos realizarán cualquier cambio en el contorno del pecho.
Comienza por tu mama derecha. Examínate con la yema de los dedos de tu mano izquierda, presiona suavemente con movimientos circulares, de dentro hacia fuera, en el sentido de las agujas del reloj.
Palpa buscando la presencia de masas o puntos dolorosos
A continuación, pasa a la axila. Tócala con tus yemas, haciendo movimientos circulares, para detectar zonas blancas, masas, engrosamiento o abultamiento bajo la piel.
Es el momento del pezón. Sin cambiar de posición, presionalo de forma suave y observa si se produce alguna secreción o sangrado.