En los meses de verano, cuando el clima es cálido y pegajoso, la utilización del aceite corporal es esencial, al igual que lo es la utilización de otros productos, como pueden ser protectores solares, lociones ligeras y mascarillas faciales con aloe vera.
Sin embargo, a medida que nos acercamos al otoño e invierno y el clima es más frío, nuestras prioridades cambian y nos tenemos que centrar en mantener la piel hidratada y brillante.
En los meses de verano, cuando el clima es cálido y pegajoso, la utilización del aceite corporal es esencial
Y es que, una bajada de temperaturas implica que la piel se vuelva más seca y escamosa, especialmente la de los labios. Por ello, hay que hacer uso de un exfoliante de labios, para exfoliar la piel muerta de estos; y de un bálsamo, para hidratarlos y repararlos.
Por otro lado, el cambio de hábitos del verano al invierno hace que nos sintamos más cansados y estresados, y eso acaba reflejándose en la mirada. Para combatirlo, hay que hacer uso de cremas refrescantes y reparadoras de ojos que hidraten y eliminen la piel cansada de esta parte de la cara.
Asimismo, las temperaturas frías hacen que la piel se muestre deshidratada. Por esta razón es importante acudir a cremas que tengan un factor alto de hidratación y vitaminas, para proteger la piel contra los radiales libres.